domingo, 21 de mayo de 2017

Figuras ocultas (2016)


Y mi segunda reseña de hoy es para Figuras ocultas, un biopic dirigido por Theodore Melfi basado en el libro homónimo de Margot Lee Shetterly. Protagonizada por Taraji P. Henson –con una larga carrera en el cine pero más conocida quizás como la agente Carter de la serie Persons of interest–, Octavia Spencer, Janelle Monáe y Kevin Costner, la película nos cuenta la historia de tres brillantes científicas norteamericanas que trabajaban en la NASA a principios de los años 60, en el programa espacial que tenía la misión de colocar un hombre en el espacio. Las mujeres, inteligentes matemáticas de incontestable talento, tenían un problema: eran negras. Eso, en plena segregación racial, suponía que su trabajo era relegado al anonimato. Sin embargo, la fortaleza, determinación y valía de Katherine Globe, Dorothy Vaughan y Mary Jackson las acabó convirtiendo en pioneras que derribaron barreras enormes. 


En Figuras ocultas hay una buena fotografía, buen desarrollo, es muy entretenida y por supuesto interesante, pero todo resulta demasiado edulcorado. Melfi nos muestra la estúpidez humana en el marco de la segregacion un poco de puntillas. Las protagonistas son profesionales y a la vez abnegadas madres de familia, los hijos e hijas de todas ellas son adorables, sus parejas también, todo es felicidad. Incluso los compañeros y superiores de las mujeres se muestran amables –salvo alguna excepción– hasta cierto punto pese a seguir a conciencia los dictados segregacionistas. En la norteamerica machista y racista de los 60, eso no se sustenta en absoluto. Imagino que la realidad fue muchísimo peor y la convivencia social fue seguramente más infernal, la situación familiar de cada mujer menos confortable y las condiciones laborales mucho peores de lo que se muestra. Ello no resta importancia a la figura de esas tres heroínas –todo lo contrario–, pero en mi opinión lastra la película haciéndola demasiado amable. Habrá quien diga que eso está bien porque así no la hace demasiado incómoda y propicia que el mensaje llegue mejor –de hecho, así ha sido ya que en su estreno fue un éxito de público–, pero a veces es mejor contar la realidad cruda y despojada de ornamentos para que se pueda tomar conciencia de hasta qué punto fue importante lo que esas tres mujeres consiguieron en un país en el que los negros no podían ni beber de la misma fuente que los blancos. Y de eso no hace tanto tiempo, amigos, ocurrió en la misma década en la que nací yo. Por cierto, Spencer es para mi la que se lleva la palma en cuanto a interpretación por delante de Henson, la principal protagonista de la trama central de la historia junto a Costner. Y para finalizar, deciros que creo que la elección de Jim Parsons como científico es desafortunada. Que una película pretendidamente seria y removedora de conciencias ponga a Sheldon Cooper como físico de la NASA me parece un guiño demasiado banal, o lo que es peor aún, un error de casting enorme. Pero yo hablo sin conocimiento, ya sabéis.

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