Y si Angrill –el barcelonés protagonista de mi entrada de este mediodía- era hiperrealista, lo de Serge Marshennikov alcanza un nivel superior. A mediados de noviembre del año pasado le descubrí gracias al Tío Saín y ya tenía ganas de hablaros de él. Nacido a principios de los 70 en la industrial Ufá, una localidad en los Urales, Serge estudió Bellas Artes en San Petersburgo y se dedica a pintar extraordinarios y delicados retratos figurativos llenos de sensualidad. Fabuloso, fantástico, maravilloso... se me acaban los apelativos a la hora de presentaros su trabajo en esta humilde entrada. En fin, una inmejorable manera de acabar el domingo y encarar con ilusión la semana.
domingo, 3 de febrero de 2013
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3 comentarios:
muy bien!!..digo yo, no es más fácil comprarse una cámara?
Sí hombre, claro... y recortar fotos del Vogue en lugar de convertirse en fotógrafo de modas. Pero a veces, los artistas, sienten la necesidad de expresarse. Y Serge lo hace magistramente con los pinceles ¿no?
Bonito, sí...
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