domingo, 18 de octubre de 2020

Voyage of the Rock aliens (1984)


Por indicación de @dmatuteb me propuse buscar y ver esta Voyage of the Rock aliens que hoy os comento. Dirigida por James Fargo –un realizador al que no conocía pero que dirigió a Clint Eastwood en Harry el ejecutor y algunos episodios de series de televisión como El equipo A, Hunter, El espantapájaros y la Señora King e incluso Sensación de vivir–, la cinta estuvo protagonizada por la bajita y cabezona Pia Zadora –habitual gadora de premios Razzie–, Craig Sheffer y Tom Nolan, con la participación de Michael Berryman –el calvo de Las colinas tienen ojos o el vídeoclip de Smokin’ in the boys’ room, tema aparecido en el álbum Theater of pain de Mötley Crüe– y Jermaine Jackson, uno de los hermanos Jackson que al frente de su carrera obtuvo su mayor éxito –al menos en Europa– con When the rain begins to fall, de la banda sonora de la película. No es por casualidad, pues, que al poco de comenzar la cinta apareza Jackson en escena y comience lo que parece un videoclip de la mencionada canción, un tema de synthpop que anida en mi cerebro desde hace décadas pero que desconocía que tuviese su origen en esta infame Voyage of the Rock aliens. ¿Cómo he podido vivir más de medio siglo sin haber visto esta película? Resulta que en una nave espacial con forma de Flying V, el robot 1359 rastrea el universo en su búsqueda de los orígenes del Rock. Y es precisamente al escuchar el dueto entre Pia y Jermaine cuando decide poner rumbo a la Tierra con una banda de extraterrestres humanoides dirigida por un tal ABCD. No han pasado ni tres minutos cuando otra escena musical tiene lugar... y poco después otra. ¡Joder, Voyage of the Rock aliens era un musical!... y yo sin saberlo. 
 

Total, que los alienígenas llegan desde su nave, con una lanzadera con forma de cabina telefónica, a Speelburgh –pueblo al borde de un lago contaminado con su propia criatura con tentáculos– y ABCD se enamora de Dee Dee, la cantante que ama a Frankie, líder de la banda The Pack de la que la chica –bueno chica, Zadora tenía más de treinta años cuando interpretaba a esa alumna de instituto– sueña con ser vocalista. Y por si el argumento no era suficientemente surrealista, al pueblo llegan un par de asesinos escapados de un manicomio para criminales. En fin, un producto tan bizarro que es de obligado disfrute. Además, pese a las interpretaciones patéticas del elenco protagonista, el resultado global resulta digno y medianamente entretenido, aunque sea con voluntad lisérgica. A destacar el tema principal –no sé por qué, siempre me ha encantado– y la aparición unos segundos en los créditos finales de Back on the streets en su versión a cargo de 3 Speed. El tema, que aparecería años después en el álbum de debut de Vinnie Vincent tras salir de KISS y también versionaría John Norum, es una composición del guitarrista y Richard Friedman, propietario de la tienda de guitarras en la que trabajó Vinnie y que años más tarde llegaría a ser consultor de guitarras vintage para la prestigiosa casa de subastas Christie’s. En definitiva, no os la podéis perder.


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