Y mi segunda reseña es –hoy era obligado– para la innegable vencedora de la vigésimo novena edición de los Premios Goya, ganadora de los galardones a la mejor película, mejor director, mejor actor, mejor guión original, mejor actriz revelación, mejor montaje, mejor dirección artística, mejor fotografía, mejor música original y mejor diseño de vestuario. Me estoy refiriendo, claro está, a La isla mínima, película española escrita y dirigida por Alberto Rodríguez –el responsable de Grupo 7, de la que en su momento os hablé aquí– y protagonizada en sus papeles principales por Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez. La historia, ambientada en Andalucía a comienzos de los años 80, nos cuenta como dos policías de ideologías opuestas son enviados desde Madrid hasta un pueblecito de las marismas del Guadalquivir para investigar la desaparición de dos chicas adolescentes. Por un lado está Pedro, joven, demócrata, casado y esperando un hijo. Por el otro, Juan, un veterano, conservador, bebedor, amante de la buena mesa, con un pasado oscuro aunque aparentemente alejado del estereotipo violento y chulesco. Dos profesionales con diferentes maneras de llevar una investigación que están obligados a entenderse. Vamos, un retrato de lo que se dio en llamar “las dos Españas”.
Creo que es la película policíaca que le hacía falta al cine. Me encantó el papel de un Javier Gutiérrez que, las cosas como son, es un actor descomunal. Ya lo demostró en un 'Un franco, catorce pesetas'. Por fin una película española que no me da asco. Gracias por traerla, King.
ResponderEliminarGran película, cierto. Un franco, 14 pesetas me encantó también! Y eso que, a priori, no era de las que me gusten a mi. No recordaba que Gutiérrez también actuaba. Saludos y gracias por leerme.
ResponderEliminarLa tengo en prioritarias.
ResponderEliminarNo te defraudará.
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