Domingo noche, a punto de comenzar la semana de la asamblea anual de órganos de gobierno de la empresa y con un miembro de mi equipo de baja. Cuando hay razones para llorar de angustia no es depresión ¿no? En fin, piltrafillas, me despido con Charlotte Abramow, una fotógrafa belga afincada en París que es habitual colaboradora de Elle.
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