Me despido con un descubrimiento reciente, un artista al que hace unas semanas tenía reservado un espacio –aunque la piltrafilla Klimtbalan se me adelantó al darle cabida en su casa-, este pintor neerlandés llamado Wim Heldens con el que diré adiós al último domingo del mes, el temido Enero de la cuesta que –mucho me temo- se va a prolongar uno o varios meses más.
Es nuestro destino, siempre colisionando...
ResponderEliminarSi a usted le gustase la escultura clásica colisionaríamos menos.
ResponderEliminar- Jajajajaja!
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- ¡Huy perdonen Vds.!
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- Creo que se buscarían igualmente...
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- En cuanto al artista, me parece que tiene a sus modelos un tanto fumados -vease la expresión patógena de todos ellos o los escoge del mundanal psiquiátrico al que acudo todos los días-
Si no voy errado, el del alce de peluche es el artista.
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