Pongo el punto final a la semana con el pintor autodidacta haitiano François Cauvin. Con una obra eminentemente simbólica, basada en el vudú y con la naturaleza y la mujer negra como temas principales, hace años que este descendiente de poetas, músicos y artistas se estableció en Montreal y se ha dedicado a plasmar en lienzos las imágenes que a través de sueños o el recuerdo llegaban a su subconsciente.
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