Y despido el día con el granadino Gabriel Morcillo Raya, un estupendo pintor y retratista que me recuerda a Zuloaga en algunos de sus trazos y que inició su formación artística en el taller de bordado de su tía y más tarde en la Escuela de Bellas Artes de Granada, hasta que se trasladó a Madrid. Sus estupendos retratos estuvieron influenciados por el orientalismo y una sensualidad claramente homosexual que Morcillo vivió en secreto al margen de su matrimonio.
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