Así es, este fin de semana he visto la esperada Infiltrado en el KKKlan de Spike Lee que venía avalada por un buen número de críticas favorables y el Gran Premio del jurado del Festival de Cannes de este año. La película cuenta la inverosímil historia del primer policía negro de Colorado Springs que acaba infiltrándose en la sección local del Ku Klux Klan llegando a descubrir la implicación de miembros del ejército e incluso de oficiales del NORAD. La película se basa en la novela escrita por el propio protagonista de la historia, Ron Stallworth, por lo que cuenta con ese reclamo casi siempre efectivo aunque pocas veces fiable de “basada en hechos reales”.
Y aunque no niego que todo lo que Stallworth contó fuese real, con toda seguridad omitió aspectos que no resultaban demasiado atractivos o cómodos –su infiltración en grupos defensores de la igualdad racial– y maquilló otros para hacerlos más interesantes. Eso, sumado a las licencias que Lee y los guionistas de la cinta se han tomado, hacen que –como era de esperar– el resultado sea más cercano a una ficción que a la realidad de mediados de los 70 en el condado de El Paso en Colorado, no confundir con la localidad de Texas. Sin embargo, ello no empaña una película que me ha gustado mucho, lo que incluye la fotografía y la banda sonora. A Spike Lee le han criticado en diversas ocasiones de ser poco definido, de suavizar según qué aspectos de la historia reciente de su país –presentar a los policías de la época como héroes defensores de los derechos de los negros con algun oveja negra es astuto pero poco ajustado a la realidad– o de mostrarse tibiamente neutral en otros. Lo que yo creo es que Lee es inteligente y sabe que, como decía Mary Poppins, con un poco de azúcar, esa píldora que os dan pasará mejor.
Así pues, es cierto que la cinta os hará sonreír en varias ocasiones, pero tiene poco de comedia. Es más, la parte final os pondrá un nudo en la garganta. En ese sentido es muy representativa la última imagen, clara alusión a una llamada internacional de socorro. Protagonizada por unos estupendos John David Washington y Adam River junto a Robert John Burke, Michael Buscemi o Laura Harrier entre otros –con una breve colaboración de Alec Baldwin–, Infiltrado en el KKKlan es un drama con toques de comedia, una película policíaca con trasfondo histórico, pero sobre todo un torpedo hacia la actual deriva política de los Estados Unidos. Corred a verla.
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