lunes, 20 de agosto de 2018

Budapest, második rész


Y después de recorrer el Barrio Judío caminamos por la imponente Avenida Andrássy hasta el enorme parque Városliget, cuya puerta de entrada es la Plaza de los Héroes, con estatuas alusivas a los líderes de las siete tribus fundadoras de Hungría. En el parque, además del Museo de Bellas Artes de Budapest, encontramos inmensas zonas verdes, un lago y el Castillo de Vajdahunyad. Este es copia del que en Transilvania se erigía con igual nombre y se construyó de madera y cartón para la exposición de 1896, aunque tuvo tanto éxito entre la población que se reedificó utilizando piedra y ladrillo. De regreso al centro –esta vez en metro– nos encontramos con la Princesita, copia de una estatua de Lászlo Marton que se encuentra en la Galería Nacional


Desde ahí, decidimos cruzar el Puente de las Cadenas hasta Buda para recorrer su orilla en dirección al Puente Margarita y así poder disfrutar de las vistas del impresionante Parlamento. El interior vale la pena una visita, aunque el poco tiempo de que disponíamos y las numerosas colas que encontramos –además de la necesidad de ahorrar en nuestros gastos diarios– provocaron que nos diésemos por satisfechos admirando su arquitectura exterior, ya de por si impresionante. Justo en la ribera, entre el Parlamento y el Puente de las Cadenas, se encuentra el monumento conocido como los Zapatos del Danubio, reproducción de sesenta pares de zapatos de hombres, mujeres y niños con los que Gyula Pauer y Can Togay quisieron rendir homenaje a las miles de personas –la mayoría judios– asesinadas por los miembros del partido filonazi y antisemita Nyilaskeresztes. Estos llevaban a sus víctimas a la orilla del río, les hacían descalzarse y les pegaban un tiro haciéndoles caer al Danubio para desaparecer en su corriente.

Parte 5 

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