Me despido del cine por hoy con Blood from the Mummy’s tomb, una producción de la Hammer que nos regala un nuevo cuento de terror aliñado con erotismo, en esta ocasión a cargo de la bella Valerie Leon –con unos ojos tan bonitos y llamativos como su escote– y un elenco en el que destacan Andrew Keir y el estupendo James Villiers. Dirigida por Seth Holt –que falleció poco antes de finalizar el rodaje, que completó Michael Carreras, el hijo del fundador de la productora– y con guión de Christopher Wicking sobre la novela La joya de las siete estrellas de Bram Stoker, su argumento nos cuenta como, con motivo de su decimoctavo aniversario, el profesor Julian Fuchs regala a su hija Margaret un misterioso anillo que –nos vamos enterando de todo gracias a diversos flashbacks en forma de pesadillas de la protagonista– perteneció a una reina egipcia llamada Tera. Amante del ocultismo y temida por sus sacerdotes, estos la asesinaron y cortaron su mano tirándola a los perros. Sin embargo, la extremidad cobró vida propia y logró escapar de los animales aguardando junto a la momia de su dueña. Durante siglos, el alma de Tera vagó entre las estrellas hasta que guió a una expedición de arqueólogos hasta ella, logrando que transportasen su sarcófago, su mano y diversos objetos rituales hasta Londres. Ahora, dieciocho años después, el regreso de Tera a la Tierra está a punto de ser una realidad.
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