Jack Reacher: Never go back
La segunda reseña del domingo es para Jack Reacher: Never go back, secuela de la que se estrenó hace ya unos años y de la que también os di cuenta en este espacio. Protagonizada de nuevo por Tom Cruise, esta vez junto a Cobie Smulders –la Maria Hill de SHIELD en las cintas de Marvel– y Danika Yarosh. El argumento es sencillo y, en ciertos aspectos, parecido al de la primera cinta de la saga. En esta, Reacher se dirige a la sede de su antigua unidad después de completar una misión para encontrarse con la Mayor Turner, una colega con la que se escribe desde hace tiempo. Pero al llegar se encuentra con que su amiga ha sido detenida y acusada del asesinato de dos soldados en Afganistán. Reacher no se lo cree y liberará a Turner, convirtiéndose a su vez en fugitivo mientras busca respuestas a su investigación, acompañado por una joven de la que una mujer afirma que él es su padre.
Piltrafillas, Jack Reacher: Never go back es otra de esas películas que he tardado en decidirme a disfrutar a causa de las pésimas críticas –demoledoras en realidad– que ha obtenido desde su estreno y a las que finalmente, espoleado por la inconsciencia o por mi tendencia a la estupidez –a saber– he decidido no hacer caso inclinándome por verla.
Y lo cierto es que, como ya me ha ocurrido en otras ocasiones similares, la cinta en cuestión me ha gustado. ¿Es una gran pelicula?, no, ¿está caracterizada por unas estupendas interpretaciones?, tampoco –aunque la joven Yarosh me ha parecido muy natural, la mejor de la terna protagonista en ese aspecto–, ¿tiene un argumento inteligente?, para nada, todo lo contrario, no se sostiene, es inverosímil hasta decir basta... pero es muy entretenida, al menos en mi opinión, y me ha proporcionado dos horitas de asueto pegado a la pantalla. Así que, para qué perdernos en disquisiciones que no llevan a parte alguna cuando estamos hablando de puro divertimento.
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