Comienzo mis reseñas de hoy con The Black Gestapo, imprescindible título setentero mezcla de blaxploitation y nazisploitation que escribió y dirigió Lee Frost, un realizador que en su momento había dirigido Love Camp 7 –reseñada aquí–, donde también aunaba varios géneros. Protagonizada por Rod Perry, que ese mismo año sería conocido internacionalmente gracias a su papel del sargento Deacon Kay en la mítica serie de televisión S.W.A.T. –en España, Los hombres de Harrelson–, The Black Gestapo nos cuenta como el General Ahmed y sus seguidores, un ejército popular izquierdista que se preocupa por el bienestar de la población negra de Watts –un depauperado barrio de South Los Angeles–, reparte alimentos y ofrece a la población charlas motivacionales siguiendo la filosofía de Martin Luther King. Sin embargo, cuando unos miembros del grupo son golpeados salvajemente por tres integrantes del grupo mafioso supremacista blanco –por cierto, su jefe Vincent es el mismísimo Lee Frost– que extorsiona a los comerciantes del distrito, la división interna en el seno de la brigada popular toma cada vez más fuerza, entre el pacífico Ahmed y su lugarteniente, el Coronel Kojah, partidario de utilizar las mismas armas para combatir la violencia de los criminales racistas. Será la violación de la enfermera novia de Ahmed la que proporcione a Kojah la fuerza moral para pasar a la acción a la hora de defender a sus conciudadanos. Y lo cierto es que al principio funciona, pero muy pronto los comerciantes de Watts se darán cuenta de que han dejado de estar sometidos por los mafiosos blancos para estar bajo la bota de los miembros de su propia raza que en teoría debían protegerlos y que se han convertido en una organizacion fascista y violenta cuyo objetivo es dominar el barrio.
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