El pasado fin de semana decidí dar un paseo por Solsona, capital de la comarca del Solsonès y localidad que aún no conocía pese a estar lejanamente unido a ella por la historia familiar, al haber pasado mis abuelos paternos parte de la Guerra Civil en una casa de su casco antiguo. Antes de eso, desayuné en Súria un enorme bocadillo de bacon con queso. Sin embargo –que no se me enfaden los surienses– me marché rápido de allí porque poca cosa hay que ver en esa población de la comarca del Bages. Después de recorrer las calles del núcleo histórico de Solsona y visitar su catedral, se nos hizo la hora de comer y nos dirigimos hasta Gironella –en la vecina comarca del Berguedà– antes de acabar deteniéndonos en Puig-Reig y su Celler de ca la Quica, en donde degusté un estupendo rabo de toro estofado al Pedro Ximénez con chalotas caramelizadas que acompañé con los restos de sendos arroces –uno de gambas y bacalao y otro de costilla, salchicha y ceps– que mi mujer y mi hija no se pudieron acabar. Y como es natural en mi, tomé algunas instantáneas para documentar la excursión que hoy comparto con vosotros.
Princesita piltrafilla a la vista ;)
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