domingo, 15 de noviembre de 2015

Sicario


Aunque no me prodigo demasiado por las salas de proyección –prefiero disfrutar del cine al abrigo y amparo de mi hogar, poco sociable que es uno–, una vez más me he pasado por el patio de butacas de un local barcelonés para ver una película. La última vez fue con motivo del estreno de Ant Man –me acompañó mi hija, como acostumbra a pasar con los lanzamientos de Marvel– y esta vez ha sido para ver Sicario, junto a mi señora esposa. Así que, sin las habituales capturas de pantalla que siempre os ofrezco, paso a comentaros un poco mis sensaciones. 


Claro que no voy a necesitar mucho espacio para deciros que, si aún no la habéis visto, ya estáis tardando. Es decir, que si vuestro ideal son las comedias románticas tontorronas, el cine de superhéroes o el gore extremo, esta Sicario no os dirá absolutamente nada. Pero, a poco que os llame la atención el thriller puro y duro, el comportamiento humano ante las situaciones límite y la acción cruda y sin artificios, esta película es de las que están llamadas a convertirse en una de vuestras favoritas del año, si no la preferida. 


Escrita por el actor Taylor Sheridan y dirigida por el canadiense Denis Villeneuve –de quién ya os comenté aquí su anterior Prisioneros–, dejando a un lado la preciosa fotografía del reputado Roger Deakins o la sobrecogedora música del premiado islandés Jóhann Jóhannsson, Sicario es un retrato descarnado de una realidad incómoda, carente de ética pero acaso necesaria, que le engancha a uno y le mantiene pegado a la butaca o al sofá en tensión permanente. 


El argumento que nos cuenta Villeneuve a un ritmo vertiginoso es el de Kate Macer, una agente del FBI que es reclutada por una fuerza de élite gubernamental al mando de un cínico asesor que campa a sus anchas por bases militares, se rodea de veteranos de cuerpos especiales de las fuerzas armadas y trabaja codo a codo con Alejandro, un misterioso e implacable fiscal con un turbio pasado. Su campo de operaciones es el área de la frontera entre Estados Unidos y México, aunque no importe a qué lado de la línea del mapa se encuentren. 


La historia, violenta, cargada de impactantes imágenes de difícil digestión que se abordan con crudeza militar y sin glamour cinematográfico, está protagonizada por unos estupendos Emily Blunt, Josh Brolin y Benicio Del Toro que llevan respectivamente a la pantalla a la desorientada agente que se debate entre la legalidad, la moralidad o la obediencia a sus mandos como peón de un juego en el que todo vale y que se disputa a oscuras de la opinión pública, protegido por los intereses generales del poder político, al cínico y profesional Matt Graver y al oscuro personaje que representa la muerte y que –pese a su aparente falta de humanidad– quizás sea el más honesto o sincero consigo mismo de todos cuantos aparecen como peones en una partida en la que las líneas de lo que está bien o mal son borrosas. Y es que, ya sea en la lucha contra los cárteles del narcotráfico o en el terrorismo yihadista, ¿está todo permitido en la guerra?, ¿deben convertirse los brazos armados de los gobiernos en el mismo mal que combaten para poder hacerlo en igualdad de condiciones?, ¿estamos más tranquilos los ciudadanos de a pie sabiendo que existe gente como Graver, que deja a un lado la humanidad para que podamos dormir tranquilos mirando hacia otro lado? 


En fin, piltrafillas, que pese a que Sicario aporta bien poco en cuanto a historia, la manera en la que está contada hacen de esta película una de las más recomendables del año. Corred a verla.

3 comentarios:

  1. Con tu crítica me diste el empujón que necesitaba y te doy las gracias por ello.

    Impactante, salí del cine con el culo torcido igual que cuando fui a ver Prisioneros (y te comenté). Definitiavamente este director sabe hacer thriller y ya tengo apuntada la versión de El Hombre Duplicado que volvió a protagonizar Gyllenhaal. Pensando lo bien que lo exprimió en Prisioneros creo que hubiera sido un buen fichaje para Sicario, eso sí, peli tras peli he de decir que Benicio me conquista con cada interpretación.

    Salud

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  2. Hombre, pues me alegro de haberte dado ese empujoncito porque -como has podido ver- la peli se lo merece. Un abrazo.

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  3. Quizás, solo quizás, mi visionado no tenga dependencia del glamour de una entrada y todo lo demás, madama incluida, quizás, solo quizás, la película no me haya dejado rescoldo alguno, más bien antipatía por el personaje femenino, en exceso tontorrón con final apoteósico incluido que bien pudo filmar Dolph Lundgren implacable y vengativo.
    No me moló: 4,5/10

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