domingo, 28 de junio de 2015

Caza bajo el sol


Y me despido del cine por esta semana con Caza bajo el sol –una nueva ridícula muestra de innecesaria adaptación del título original, al que hubiese sido más fiel Fuera de alcance–, cinta basada en la novela Deathwatch de Robb White –la acción original transcurría en el desierto de Mojave– y remake de una película para televisión de 1974. Protagonizada por Michael Douglas y el joven Jeremy Irvine, el veterano actor se encuentra tras la producción del film para el que requirió los servicios del realizador de publicidad francés Jean-Baptiste Léonetti –con apenas un largometraje en su haber– que aquí hace su debut en el cine noteamericano. El argumento, sencillo por otra parte, nos cuenta como Madec –un abogado de alto nivel– inicia un peligroso y nada inocente juego con Ben, su joven guía en una excursión de caza. 


Rodada en la reserva navaja del condado de San Juan en Nuevo Mexico, en los majestuoso paisajes de Shiprock y alrededores, Caza bajo el sol es una obra menor del séptimo arte, muy entretenida, con una tensión bien resuelta –no tiene nada que ver que uno ya intuya en la primera escena de la película lo que pasará al final– y que supone un duelo interpretativo entre Douglas y Irvine en el que, como es de esperar, el primero se merienda al segundo componiendo una especie de Gordon Gekko armado, con más años y cambiando la moqueta del despacho por la arena y el polvo del desierto, aunque sin perder otras comodidadades gracias al kit de lujo de su Mercedes G 63 AMG 6x6, ese monstruo venido de Stuttgart que es todo un tercer protagonista no humano de la película. Fast food televisivo de calidad.

4 comentarios:

  1. Cambiaría a mi mujer por ese G... aunque fuera sólo por unos días, claro!

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  2. Díselo. A lo mejor es la primera que te busca el coche jajajajajaja

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  3. Hostia! Es verdad... Mejor no pruebo, demasiado tarde para cambiar

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