Al igual que Ferruccio Lamborghini pasó de fabricar tractores a ser el responsable de algunos de los más bellos y potentes automóviles de la historia, también Hans Glas GmbH pasó de ser un taller de reparación de maquinaria agrícola a vapor a fabricar automóviles. Claro que el primer gran logro de la firma bávara de Dingolfing, por el que es conocida internacionalmente, tiene bien poco que ver con los deportivos boloñeses de Sant’Agata. Y es que si hoy conocemos a la marca Glas es por su Goggomobil, un microcoche de postguerra que se mantuvo en producción desde 1955 hasta 1969. El Goggomobil T250 –la numeración correspondía a los centímetros cúbicos de su motor de dos tiempos- se presentó en la feria internacional de bicicletas y motocicletas de Colonia en su edición de 1954 y supuso el pistoletazo de salida para un modelo del que se fabricaron versiones coupé y furgoneta –también en pickup- y que a lo largo de los años vio como su motor evolucionaba hasta los 400cc y las puertas de apertura suicida cambiaban por otras normales. Hay que decir que en 1966 BMW compró a Glas y durante los tres años que le restaron de vida, el Goggomobil pasó a ser –técnicamente- un coche de la firma de Múnich.
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