domingo, 20 de enero de 2013

Hard Hunted


Piltrafillas, este fin de semana no tenía ganas de pensar ni de concentrarme demasiado en tramas sesudas así que para mi sano esparcimiento cinematográfico he escogido otro título de la serie Triple BBullets, Bombs and Babes- del norteamericano Andy Sidaris, concretamente Hard Hunted, la séptima de la serie y la quinta –si no recuerdo mal- de la que os hablo en este blog. Escrita y dirigida por Andy y producida por su mujer Arlene, este nuevo episodio –otro de los protagonizado por la agente especial Donna Hamilton- nos cuenta como la agente Mika roba al malvado Kane un dispositivo que se halla oculto en un pequeño Buda de jade y que puede utilizarse como disparador nuclear. Donna y Nicole –que están de vacaciones-, ven como su descanso se ve interrumpido por la llegada de Mika y el ataque de un helicóptero que acaba con su vida, aunque la desdichada consigue entregar a Donna la figurita de marras. Las agentes se reúnen en Hawaii con el resto del grupo y entonces Donna es secuestrada por las huestes de Kane. Pero la chica escapa del avión en el que la transportaban y cae en una isla perdida del Pacífico, aunque –pese a llevar paracaídas- se golpea en la cabeza con una piedra –la única- que había en una playa de blanca arena. ¿Resultado?, pierde la memoria. Y no os contaré más amiguitos. Ya sabemos que los argumentos de este tipo son algo pueriles, sin embargo os recomiendo que la disfrutéis sin complejos. 


En Hard Hunted, a las habituales Speir, Brimhall y Vasquez, se suma en esta entrega una tal Ava Cadell a la que también vimos en Fit to kill -que en realidad es la que sigue a esta cronológicamente pero de la que hace tiempo ya os hablé- porque como ya sabéis, Andy hacía estas películas como churros y repetía elenco en casi todas, a veces interpretando a los mismos personajes y en ocasiones cambiándolos por otros. Un poco lioso, la verdad, pero no es menos cierto que en esta serie Triple B lo que menos cuenta es el papel que hace cada uno, si repite personaje o si en una cinta es agente del gobierno y en otra es asesino. Total, que si habéis visto otros de sus títulos, esta película es más de lo mismo. No puedo dejar de comentaros una hilarante escena –sin voluntad de ello por parte del director, por supuesto- en la que Edy y Lucas intentan ponerse a salvo de un asesino que les dispara con un arma automática. Van tan lentos en su reacción ante el peligro –incluso se tropiezan la una con el otro- que había tiempo para matarlos varias veces. Aún así sobreviven, y Lucas levanta una mesa para protegerse de las balas... una mesa que se vuelca del todo y cae por un terraplén, por lo que –en lugar de servir de parapeto- acaba fuera de plano. Patético, pero muy Sidaris. En fin piltrafillas, exteriores paradisíacos rodados en Hawaii, esculturales playmates en biquini, lencería o desnudas –cualquier excusa es buena para ello-, guiones de historieta, disparos, explosiones y la presencia como villano de Geoffrey Moore -el hijo de Roger Moore–, otra conexión con la saga James Bond, de la que Sidaris es deudor confeso. En resumen, una cinta muy distráida pese a sus carencias -si uno no busca más que palomitera mezcla de cine de acción trepidante en localizaciones exóticas y altas dosis de sensualidad- aunque sea a costa de caer en la ridiculez. Ejemplo de ello son los mensajes que Ava envía a las agentes Hamilton y Justin a traves de las ondas de la emisora KSXY –el nombre es tan util como un puñetazo en la cara- hablándo al micrófono mientras se acaricia las tetas sumergida en un jacuzzi. Verosimilitud de alto nivel piltrafillas. 


Acompaño una imagen de la citada Ava Cadell en su papel de la agente Ava, otra muestra de que Sidaris no se calentaba demasiado los sesos a la hora de poner nombres a los personajes de sus películas.

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