Downtown

Para desengrasar, mi segunda elección del fin de semana ha sido una película de 1975 titulada Downtown, un trabajo del prolífico Jesús Franco con la malograda Lina Romay en su mejor momento de voluptuosidad carnal como protagonista. Lo que nos cuenta la película es la historia de Algino Pereira, un detective privado nacido y criado en los bajos fondos, entre putas, camareras y bailarinas de striptease –interpretado por el mismo Franco- que en su retiro rodeado de las palmeras de Porto Santo recibe la visita de Cynthia, una atractiva joven –la sensual Lina- que le encarga fotografíar a su marido, Tifiliro Ramos, un mafioso dueño del club nocturno en el que ella baila y canta, para demostrar que la engaña con otra mujer. Para ello le da las llaves de su casa en el centro de la ciudad. Algino hace las fotos y cobra su trabajo, todo parece haber salido bien. Sin embargo, cuando al día siguiente Ramos aparece muerto en su casa, el detective se convierte en el principal sospechoso del asesinato. Y las sorpresas no acaban ahí...

¿Y qué queréis que os cuente de una nueva obra del Tío Jess, en esta ocasión bajo pabellón suizo?, pues lo de siempre, un guión muy básico, escenas softporn y esta vez un resultado mucho mejor de lo que cabría esperar, con unas interpretaciones naturales que le dan a la cinta –con un argumento de lo más clásico en el marco del cine negro, el detective engañado por la mujer fatal- una pátina de frescura que debo confesaros que no esperaba cuando me decidí por verla. Esta especie de Juan Palomo del cine español que es Jesús Franco está muy creíble en su papel del utilizado Pereira, a Lina le va que ni pintado el papel de belleza timadora y el resto de personajes –con Paul Müller a la cabeza- cumplen a la perfección como figurantes en esta obra de cine negro de enredos realizada para el lucimiento de la catalana y de la rubia Martine Stedil. En definitiva, para disfrutar sin ejercitar demasiado el cerebro, algo maltrecho después de la sesión de David Lynch.