Los habituales ya os lo imaginabais cuando ayer os dije que había pasado unos días en Alemania con motivo de la Primera Comunión de una de mis sobrinas. Efectivamente, el King Piltrafilla –a veces me gusta hablar en tercera persona- va a publicar una nueva serie de instantáneas que esta vez llevará el nombre de Vier Tage in Deutschland. Aquí tenéis la primera parte con varias imágenes correspondientes a mi llegada al aeropuerto Düsseldorf International y a la población de Hilden, en donde me alojé desde la tarde del viernes hasta el mediodía del lunes y pude disfrutar de un cambiante y caprichoso clima típico primaveral germano en el que se alternan granizo, lluvia, frío, sol y calor a lo largo del día en etapas que a veces sólo duran pocos minutos. De hecho, aquella gente no lleva ni paraguas –precisamente ese complemento es un distintivo que identifica a los foráneos- ya que si hace frío se abrigan, si llueve débilmente se mojan, si llueve mucho se refugian en un portal o en un comercio esperando que amaine y si hace sol se quitan el abrigo.
Muy bien,
ResponderEliminarMuy bien lo del clima, la peña que por aquellos lares habita...
¡Ya!
¿y el papeo?
¿Fue a la misa?
¿A que saben las hostias alemanas?
Le ruego encarecidamente una explicación...
Del papeo ya hablaré en próximas entradas, a ver si se cree que la serie Deutschland acaba aquí.
ResponderEliminarEn cuanto a la misa, tuve que ir -dos horas de pie-, pero me mantuve alejado del altar, que si no me sale ictericia.
Y como no provoco a la peña, de (h)ostias no me llevé ninguna.
Y como no provoco a la peña, de (h)ostias no me llevé ninguna.
ResponderEliminar- No me lo puedo creer
...
- ¿Ni una para mojar chucrut?
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- Lo que modela el tiempo, señor, señor...