Comienzo mis reseñas cinematográficas de este domingo con la primera de las cintas que he disfrutado este fin de semana, la surcoreana –hacía tiempo que no volvía a hablaros de una película de esa nacionalidad- Invasion of alien bikini, una frikada dirigida por Oh Young-doo que pasó por la última edición del festival de Sitges y que al parecer es todo un ejemplo de lo que se puede hacer con voluntad, inspiración y muy poco dinero. Etiquetada como comedia bizarra, esta Invasion of alien bikini nos cuenta como el aparentemente tímido y pusilánime Young-gun es un justiciero urbano que patrulla por las noches dispuesto a ayudar al prójimo. En una de sus salidas, salva a una chica a la que habían atacado unos malhechores. La joven –como es natural- pretende agradecer el favor que Young-gun le ha hecho ofreciédole su cuerpo. Sin embargo, este taxista metido a superhéroe ha hecho voto de castidad y tiene como objetivo permanecer virgen hasta el matrimonio. Ah amiguitos, pero es que la tal Mónica es una extraterrestre que necesita el semen de Young-gun para poderse repoducir y salvar así los de su especie. Pero nada, que el tipo le dice que de eso ni hablar.
¿Qué os parece el argumento piltrafillas?, exacto, es una ida de olla total. Pero la verdad es que resulta muy distraída. Con una presentación de cinco minutos con música de Chopin y algunos detalles que nos indican que parte del dinero obtenido por el realizador le ha venido de marcas comerciales –algo que queda bastante claro conforme avanza la película-, vemos como el protagonista –que se maquilla con un bigote de lo más ridículo y viste pantalones cortos- es un perfecto ciudadano que recoge los papeles del suelo mientras recorre las calles de Seúl. A partir de que el azar le haga encontrarse con Mónica, la comedia amorosa, el cine de artes marciales, la ciencia ficción y pinceladas de torture porn muy soft –por no verse, no se ven ni nalgas ni un triste pecho desnudo- y algo de gore se darán la mano en esta inclasificable cinta –la pelea en el callejón con los asaltantes de la joven está acompañada por un tema de reminiscencias taurinas, no os digo más- que no hay por donde coger pero que resulta entretenida y muy fresca aunque hubiese ganado con algo menos de metraje. Claro que entonces hubiese estado entre un corto y un largometraje, es decir, ni chicha ni limoná. Aún así, no me entendáis mal piltrafillas, por supuesto que os la recomiendo –en un blog friki como este no puedo hacer otra cosa-, pero no esperéis nada del otro mundo. Y de bikinis nada, en ese sentido el título es de lo más tramposo.
o_O
ResponderEliminar(Me divierten las 2 primeras)
En resumen, que os recomiendo la visión de esta película siempre y cuando tengáis claro que no debéis esperar absolutamente nada más de ella que os haga pasar un rato ameno. Luego olvidadla
ResponderEliminaro_O
Pa eso ni la miro...
No lo esperaba de usted. Definitivamente, no es su estilo.
ResponderEliminarNo lo esperaba de usted. Definitivamente, no es su estilo.
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