Ahora ha llegado el momento de comentaros las películas que he visto este fin de semana y comienzo escribiendo sobre Trauma –también conocida como Violación fatal-, una muestra de lo que podríamos definir como giallo hispano de finales de los 70 dirigida por Leon Klimovsky y con la presencia como protagonista de Ágata Lys, actriz vallisoletana que llegó a ser un mito del cine de la transición gracias a su físico. La historia que nos cuenta el argumento es la de Verónica, dueña de un parador junto a un lago al que un buen día llega Daniel, un escritor madrileño con el que no tarda en hacer buenas migas. Esa misma noche, en medio de una gran tormenta, se presenta en el albergue una pareja de excursionistas a los que no ha dado tiempo de montar su tienda de campaña y que se convertirán en las primeras víctimas de una serie de asesinatos que van a tener lugar en el parador.
Piltrafillas, la práctica totalidad de las críticas que he leído antes de verla dejaban a Trauma a la altura del betún, pero ¿qué importancia puede tener eso para alguien como yo? Pues eso. Y es que en realidad Trauma es una cinta de calidad bastante discutible -la última que rodó el realizador hispano argentino-, llena de incongruencias y carente de suspense –no desvelo nada si os digo que desde el principio queda claro el tono a lo Norman Bates de la relación de Verónica con su marido- pero que se deja ver acompañada de un buen par de copazos de ron añejo –en mi caso ha sido colombiano- y que sin duda es –si no mejor, ya lo asumo- más amena que la mayoría de subproductos rodados para la televisión con los que los canales nos obsequian los sábados y domingos después de comer. En resumen, una película menor, ligeramente interesante para nostálgicos seguidores de Ágata Lys e indicada sobre todo para completistas del cine de terror patrio con efectos de maquillaje del maletín de la Señorita Pepis e interpretaciones de obra de fin de curso escolar.
Qu mala pinta tiene esta peli. je,je,je...
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