Piltrafillas, hoy inicio mis reseñas cinematográficas con un giallo de Andrea Biachi fechado en 1975 titulado Desnuda ante el asesino. Y bueno, ¿qué queréis que os diga sobre esta cinta amiguitos? La cosa va como sigue,
vemos a una mujer en biquini con vocación de florero que camina por el borde de una piscina pública exhibiéndose como un pavo real ante unos hombres en los que el instinto animal supera su inteligencia y al macho alfa de la manada que, persiguiendo a la hembra, le saca fotos del culo mientras exclama “nunca había visto una cara tan interesante”. Si a eso le sumamos las escenas inmediatamente anterior y posterior a los títulos de crédito, a saber, una mujer que fallece en la mesa de operaciones de un ginecólogo y a la que dejan en la bañera de su casa para ocultarlo y el asesinato a cuchilladas de un tipo en la puerta de su casa a cargo de un motorista con casco y traje de cuero negros, no es de extrañar que pensemos que estamos ante un producto típicamente italiano setentero, con erotismo casposo y crímenes horrendos. Vamos, esa bonita combinación a la que podemos denominar de sangre y tetas.
La acción transcurre en el ámbito de una agencia de modelos, con fotógrafos lascivos, modelos ligeras de cascos y un putiferio generalizado que otorga a esta trama negra su aspecto lúbrico. No tardamos en enterarnos de que la fallecida del principio era una modelo de la agencia llamada Evelyn, que la asesina es una mujer –no desvelo ningún misterio piltrafillas, pretende ser un secreto durante la película pero cualquiera con un mínimo de sentido de la observación se daría cuenta de ello- y que los integrantes de dicha agencia serán las víctimas del odio vengativo relacionado con la muerte de la primera. Y así, entre puñaladas y desnudos, transcurre una trama que consiste en ver caer a los compañeros y compañeras de la agencia a manos del desconocido, mientras la policía investiga, el fotógrafo se beneficia a varias modelos y la dueña de la agencia –una lesbiana madura- y su marido de conveniencia hacen lo propio. En Desnuda ante el asesino destaca sobre cualquier consideración la presencia de Edwige Fenech, con un look a lo garçon muy setentero que realza su belleza, sobre todo si tenemos en cuanta de que –por exigencias del guión, claro- se pasa semidesnuda o desnuda la mayor parte del metraje. El que desde muy pronto ya se intuya que el asesino es mujer –es bastante difícil de disimular cuando actua enfundado en un traje ajustado de cuero-, e incluso la identidad de esta -al menos yo lo tenía claro-, no desmerece en absoluto la calidad global de la cinta. En definitiva, más que recomendada para los amantes del thriller erótico casposo.
La acción transcurre en el ámbito de una agencia de modelos, con fotógrafos lascivos, modelos ligeras de cascos y un putiferio generalizado
ResponderEliminarHasta aquí, bueno, mola, luego:
-¡Madre mía!,¡Madre mía!,¡Madre mía!