lunes, 13 de junio de 2011

Little Deaths


Mi última recomendación del fin de semana es Little Deaths, una cinta en la que se recogen tres trabajos de otros tantos realizadores británicos de última generación, una película independiente con sexo y horror gore a la que he llegado siguiendo las críticas favorables que de ella he podido leer en blogs y foros dedicados a los recientes estrenos –aunque en nuestro país aún no ha llegado a las pantallas y temo que no lo hará nunca, el tema y la puesta en escena no es de los que llenan las multisalas de familias y adolescentes ávidos de palomitas los sábados por la tarde- de cine de terror. Así pues, el título genérico precede al de las tres historias que os detallo a continuación. House and home, las penurias de una pareja adinerada que utiliza sus presuntos fines caritativos en nombre de Jesús para captar jovencitas con fines oscuros, llevarlas a su casa y obligarlas a tomar parte en juegos sexuales depravados. Mutant tool, con una protagonista yonqui y puta que en su camino más o menos decidido hacia la sobriedad entrará en contacto con el bizarro mundo del mercado de semen humano –con ramificaciones en el tema de los asesinatos para extracción de órganos- recolectado para sintetizar estupefacientes siguiendo las indicaciones de un plan ideado por los nazis, ahí es nada. Por último nos encontramos con Bitch, la relación sadomasoquista de una pareja en la que –cuando el sumiso Pete descubre que su Claire es capaz de abandonar su rol dominante con otro tipo- decide castigarla.



Piltrafillas, en la primera nos encontramos con una historia angustiosa que avanza lentamente, mientras asistimos a la sorpresa de la joven indigente ante tanto agasajo a la vez que somos conscientes de que la pareja oculta unas intenciones de lo más deleznables. La fotografía es oscura, las tonalidades rojizas... y el desenlace terrorífico. En mi opinión –puestos a buscar significados ocultos- House and home utiliza el sexo y la sangre para elaborar una metáfora que ilustra la relación entre el poder económico y el pueblo llano, y de como puede romperse una cuerda si se tensa demasiado.


En la segunda Mutant tool nos encontramos con la misma fotografía oscura, pero con imágenes verdaderamente asquerosas y turbadoras envueltas en una estética que –debo ser alguna especie de enfermo degenerado- en algunos planos me ha resultado atractiva y llamativa.


Y por último Bitch, la historia de un pusilánime camarero llamado Pete -que está tan mal del tarro que es incapaz de mear de pie y lo hace a cuatro patas y poniéndose una máscara de perro- y su novia Claire, una administrativa en un trabajo de mierda cuya frustración esconde una personalidad agresiva y dominadora. Con una fotografía deliberadamente saturada en azul –excepto en alguna escena, como la de Claire sodomizando a Pete-, esta historia de venganza tipo “si no quieres que sea tu perro, serás la perra de otros” no es en realidad una historia de terror, sino un cuento extremadamente cruel y desviado, pero es un buen colofón para este trío de historias tan poco ordinarias. En resumen amiguitos, que –por si mis palabras no lo han dejado claro- os recomiendo sinceramente esta Little deaths, que no se convertirá en la película del año pero que opino que se trata de una pequeña y extraña delicatessen –eso sí- para piltrafillas frikis. Los que lloren con Sonrisas y lágrimas, que se abstengan.

5 comentarios:

  1. Me la recomiendas?
    Es que a mí las pelis gore me aburren bastante, pero esta, no se porque, me llama.

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  2. Claro que se la recomiendo. No es de terror, aunque de miedo. No es de sexo, aunque lo tiene. No es gore, aunque alguna escena lo sea. Es... rarita. Además, la fotografía está muy bien y -lo mejor de todo- nos da tres historias por el precio de una. En resumen, que si le va lo friki, véala. Si no es así, espere a otra de mis recomendaciones. El King no engaña. Ya me contará.

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  3. Mas:
    ¡Madre mía!,¡Madre mía!,¡Madre mía!

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  4. Ja ja ja, realmente, no le veo a usted viendo -valga la redundancia- esta películilla.

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  5. ¿Es a mí?
    ¡Huy lo que me ha dicho!

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