No nos libres del mal

Y tras una semana en la que mis críticas cinematográficas brillaron por su ausencia, regreso este domingo con una cinta francesa de 1970 que es todo un canto al erotismo morboso. Piltrafillas, inicio mis reseñas con No nos libres del mal, película con guión y dirección de Joël Séria –un realizador que hasta ahora me era desconocido por completo- que he descubierto gracias al Sr. Nistagmo. La historia que cuenta la película es la de Anne y Lore, dos adolescentes internas en un colegio de religiosas que deciden caminar por el lado salvaje de la vida. En lo que al principio es un simple juego, se pintan los labios a escondidas, escriben en su diario que servirán a Satanás y leen textos eróticos a la vez que confiesan pecados inexistentes para escandalizar al sacerdote que las escucha. Pero los hurtos y las mentiras difamatorias no tardan en pasar a mayores cuando un largo viaje de los padres de Anne los dos meses de vacaciones propician que esta pase largos momentos a solas con Lore, un detonante para que la pareja de rienda suelta a sus maquinaciones, desde incitar sexualmente a campesinos hasta matar animalillos por placer o provocar incendios. El clímax de su aventura irreverente es la ceremonia que ofician con un deficiente disfrazado de sacerdote en la que rechazan a Jesucristo y consagran sus vidas a Lucifer. Evidentemente, el juego se les acabará escapando de las manos de manera irreparable.

En mi opinión, la cinta establece un paralelismo entre el cambio físico de unas niñas cuyos cuerpos comienzan a tomar forma de mujer –adquiriendo conciencia del poder que de pronto consiguen- y el cambio en sus personalidades inocentes que se tornan en una mezcla de rebeldía y maldad por puro placer, aunque creo que sin prever realmente las consecuencias de todo ello. En fin piltrafillas, que No nos libres del mal se trata de una cinta muy interesante que trata un tema poco original -en el sentido que hoy día ya se han rodado bastantes películas con el tema de las lolitas como leit motiv-, que con el tiempo se ha convertido en obra de culto y que no podemos obviar que fue censurada en su país por culpa de sus imágenes irreverentes –recordad que estamos en 1970- y unas escenas eróticas que –con una estética muy cuidada, eso sí- bordeaban lo indecente a causa de la edad de sus protagonistas. Tenéis que verla para opinar.