Sally Mann Re-visited

Cuando uno tiene que comenzar una entrada dedicada a la fotografía con palabras que poco o nada tienen que ver con el arte, malo amiguitos. Hoy regresa al blog Sally Mann, fotógrafa norteamericana de la que ya os hablé un lejano 21.08.08, con varios premios en su haber, autora de unas instantáneas preciosas... pero con el dudoso honor de haberse convertido en los 90 en el blanco de las iras de grupos de presión ultraconservadores a causa de una supuestamente execrable manía que tiene esta mujer –a la hoguera con ella-, que no es otra que la de fotografíar a su familia creando unos desnudos elegantes y bellos que –a los ojos de esa gentuza- pierden su inocencia original convirtiéndose en sucios. Porque sí amiguitos, se trata de niños y niñas posando felices ante el objetivo de su madre, desnudos –exacto, eso que tanto escandaliza a ciertas personas-, con fines artísticos y estéticos, algo en lo que finalmente la justicia no encontró sombra de delito alguno... pero que –os confieso- incluso a mi me ha hecho ir con cierto cuidado a la hora de seleccionar las imágenes que adjunto. Evidentemente, estas fotografías no me erotizan en absoluto, pero el mundo de degenerados en el que vivimos me hace temer que algún imbécil tenga la tentación de identificarme con algo que no soy y que –como padre y ser humano- detesto. También he pensado que quizás no era necesario hablar nuevamente de Sally, pero luego me he sentido más incómodo áun por autocensurarme, así que aquí tenéis de nuevo a Sally Mann, porque me gusta y porque me da la gana. Además, no quiero hacerle el juego a integristas ultracatólicos capaces de poner bombas en clínicas que realizan abortos para defender el derecho a la vida de los fetos, aunque sea a costa de la de médicos o sanitarios. Lo que os decía piltrafillas, cuando hablamos más de lo accesorio que de lo importante –la obra de esta fotógrafa- es que algo anda mal. En fin.