viernes, 15 de abril de 2011

Atención al cliente


Hoy amiguitos he asistido a la primera sesión de un curso de excelencia en la atención al cliente, el primero que me imparte la empresa en veinte años de trabajo. Conceptos como coaching, PNL, inteligencia emocional, patrones de comportamiento o asertividad que antes me eran desconocidos formarán parte demi vocabulario durante un mes. ¿Y después?, bueno, después se supone que podré aplicar en mi día a día algo de lo que haya aprendido. Estoy en ello. De momento, para compartir con vosotros este tardío inicio de curso, os quiero regalar una de las frases que se me han quedado grabadas. Feliz fin de semana a todos.

No existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión

9 comentarios:

  1. Me sabe mal. Ánimo Piltra, intente olvidar.

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  2. Uy, si ni le había visto. Pero si ha vuelto günner el facha. :-P

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  3. Estoy hasta las pelotas de tener que causar un buena primera impresión a personas que, desde el primer momento, me causan una muy mala primera impresión.

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  4. Hombre, Nexus6 el proetarra!!! :-P

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  5. ·La maldita frase es para este mundo que quieren sea de contacto inmediato, sin probabilidad de un segundo. Es la materialización de la diligencia por vender y salir por patas dejando un lastre que permita recomponer la figura en un intento postrero de venta.

    ·Leyendo el comentario que hace Angel, deduzco que nunca tuvo que alimentarse vendiendo nada.

    ·En cuanto a günner, creo que se ha pasado 3 pueblos y medio al definir a Nexus6, bueno, claro, están en su linea.

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  6. La frase es triste en un aspecto -como usted expone- pero no deja de ser cierta. Lo que pasa es que el servicio continúa con el seguimiento. La satisfacción del cliente -fidelización- se consigue, no con el trato atento y diligente -que se considera normal y merecido- sino con el postservicio, ese que hace que el cliente se sienta especial, diferente y mimado. Depende de en qué sector trabaje uno este aspecto será más o menos importante.

    Creo que Ángel ha dicho lo que todos hemos sentido en alguna ocasión, pero que hemos tenido que comernos con patatas si queríamos seguir empleados.

    En cuanto a la polémica del replicante y el castigador, bueno, creo que ni el uno ni el otro son tan extremistas pero les encanta polemizar y provocar. Mientras ello sirva para ver debates dialécticos, está bien. Cuando todo se limita a la burda descalificación personal resulta aburrido. De todas formas, no lo voy a censurar. Sigan, sigan.

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