Legion

Comienzo las reseñas cinematográficas del fin de semana con una cinta a la que hacía tiempo que había echado el ojo pero aún no había encontrado el momento para disfrutar. La película no es otra que Legion, una distraída cinta llena de acción, violencia –divina- y efectos especiales que cuenta con Dennis Quaid en el reparto, un actor que quiero reivindicar aunque a estas alturas no creo que lo necesite. En resumen, el argumento de Legion es la ayuda que el Arcángel San Miguel brinda a un grupo de personas que se encuentran en un restaurante perdido en el desierto cuando Dios decide que ya ha aguantado suficiente a la Humanidad y envía a la Tierra a su ejército de ángeles exterminadores. Y no hay mucho más que contar amiguitos.

Original no es, es verdad. Los personajes son de lo más estereotipado que existe –el valiente de pasado oscuro, la mujer rica e histérica, la joven buenorra y deslenguada, el pobre diablo de buen corazón, la madre soltera empleada de gasolinera, el veterano del ejército tullido, el urbanita que se ha perdido...- pero a quién le importa cuando la historia es simple y se trata de pasar un buen rato sin pensar demasiado. Eso sí, lo de la viejecita me ha gustado mucho. Es cierto que hay momentos en los que el ritmo es algo lento, el guión es de pena –un tipo dice que la gente que les ataca está poseída por ángeles enviados por Dios ¡y los que le escuchan –excepto el bueno de Dennis Quaid- se lo creen a la primera!- y buena parte de la crítica ha puesto a parir a la cinta, pero no hagáis caso piltrafillas, se trata de un aceptable producto palomitero de calidad. Es mi opinión, claro, pero ¿os he mentido alguna vez?