[REC]2

Pues bueno amiguitos, aquí tenemos calentitas una semana más las críticas cinematográficas del Tío King, que comienzan este domingo con la española [REC]2. Si ya os conté en este mismo espacio lo mucho que la primera parte me había gustado, hoy debo deciros que –aún opinando que no es que se trate de basura directamente desechable- el resultado esta vez no me parece tan redondo. Si la anterior tenía ese tono documentalista que apelaba a la inmediatez y que hacía que la historia nos pareciese próxima e incluso verosímil –incluso tratándose de zombies infectados, tan en boga en los últimos tiempos- esta secuela prosigue con los sustos y los sobresaltos pero da como resultado una especie de videojuego violento tipo shooter en el que tengo la impresión de que los personajes que no son del grupo de asalto se han metido en la historia con calzador, lo que afecta a la frescura del producto final. En [REC]2 se retoma la historia justo después del final de la primera parte, con la caza de la reportera a manos de la niña Medeiros, pero se añaden a la historia un grupo de asalto y un extraño agente ministerial del que se imagina desde el principio su verdadera naturaleza.

Una idea que no es original pero que no está nada mal y de la que se hubiese podido sacar más jugo es la de ver la historia desde dos puntos de vista para luego unirlos. Es lo que se ha intentado con esos tres adolescentes –eso sí, sus escenitas de pelea en la azotea son un lastre para el desarrollo de la película- que deciden entrar en el edificio para rodar en vídeo lo que está ocurriendo, pero a mi modo de ver su presencia es anecdótica y no aporta nada a la historia. Por último deciros que el giro desde el género de los muertos vivientes al de las posesiones demoníacas tampoco es que ayude a hacer creíble una secuela que tiene un final precipitado –en realidad no había otra manera de hacerlo- y previsible. En definitiva, que [REC]2 se deja ver, tiene incluso momentos destacables, es amena gran parte del tiempo, pero está vacía de contenido. Esperemos que a sus realizadores no se les ocurra hacer una tercera parte, al menos no de esta manera.