sábado, 26 de septiembre de 2009

A l’interieur







Bueno piltrafillas, llega el momento de las entradas cinéfilas. La primera cinta de la sesión de tarde de este sábado es A l’interieur, una película claustrofóbica y extremadamente violenta no apta para estómagos delicados. La historia que nos cuenta es la de Sarah, una joven fotógrafa que en plena Navidad está a punto de tener a su primer hijo tras perder a su marido en un accidente de tráfico. La noche antes de que nazca el bebé –el hospital ha programado el parto para el día siguiente- una mujer desconocida llama a su puerta. Poco más se puede contar de una película excesiva y ultragore que os lo hará pasar muy mal. Sí piltrafillas, porque A l’interieur os hará aplaudir o vomitar –los asesinatos son explícitos y se muestran en primer plano-, pero lo que es seguro es que no os dejará indiferentes. El grado de sadismo de la desconocida asesina hará que os sintieseis felices de dejar a vuestro bebé –caso que tuvieseis uno- en manos de Hannibal Lecter en lugar de con ella. Sin embargo no busquéis un porqué, aquí no existe, no hay respuestas para el espectador. En ese aspecto la película es pura pornografía de la violencia y la brutalidad extrema.




Se trata de una historia sin sentido alguno hasta su desenlace –no os contaré el final porque la cinta perdería la gracia, si es que tiene alguna- que sólo os atrapará si os la tomáis como lo que es, un divertimento para los amantes del horror y la angustia. Y es que por fin puedo deciros que he visto una película gore que de verdad me ha hecho sentir asco. Quizás sea un friki, pero estoy cansado de oír como a muchos les chiflan las películas tristes para poder llorar a gusto y nadie les tilda de enfermos. Pues bien, los que nos gusta asustarnos también agradecemos que de tanto en tanto nos llegue algún producto que no sea sólo la típica y previsible cinta cargada de sangre de atrezzo. Amiguitos he sufrido –por lo tanto, disfrutado- al ver esta película francesa, sobre todo en sus últimos minutos que no son fácilmente digeribles ni para curtidos espectadores de cine sangriento como yo amiguitos. Si os gusta el gore o el giallo, afrontadla con valentía. Eso sí, embarazadas abstenerse.

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