sábado, 3 de mayo de 2025

Visita al delta del Ebro


Pues sí, amiguitos, casi seis décadas de vida y aún no había visitado el delta del Ebro, a tan sólo dos horitas en coche de Barcelona. Así que ayer viernes, cogiéndome un día de vacaciones para disfrutar del puente, decidí pasarme por allí con mi ama y señora. La mañana comenzó con lluvia –a lo largo del trayecto por las comarcas de Tarragona nos cayó un buen chaparrón– pero cuando llegamos a Deltebre a la hora de desayunar, pese a que la temperatura era baja y el cielo se mantendría aún nublado largo rato, la lluvia nos respetó y permitió que nuestro paseo por la zona fuese placentero. 
 

La verdad es que tampoco hicimos gran cosa salvo conocer un poco el entorno alternando paseos relajados tanto a pie como en coche. Así, visitamos Deltebre y la Platja de la Marquesa, que incluyó la degustación de unas aceitunas y un vermutito con sifón. 
 

Después de comernos un estupendo arroz caldoso de cangrejo azul del delta, las nubes se marcharon, salió el sol y la temperatura subió seis grados respecto a la de la mañana por lo que nos trasladamos al Mirador del Zigurat, en la zona del Garxal en plena desembocadura del Ebro para disfrutar de las vistas y la brisa marina, además de la ruidosa compañía de un autocar de jubilados franceses. 
 

Y eso fue todo. Tampoco es que nos dedicásemos a descubrir en profundidad todos los rincones del delta, pero respiramos aire puro, vimos lugares hasta ayer no pisados por nuestros urbanitas pies y desconectamos de la rutina unas horitas, que es de lo que se trata en estas escapadas breves. Bueno, y tomé algunas fotografías con las que ilustrar esta entrada en la que os he dado la brasa.

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