En esta selección de hoy podréis encontrar mis últimas fotografías de Sofia, comenzando por el monumento a 150 héroes tracios y macedonios que lucharon por Bulgaria en diversas contiendas al inicio del Bulevar Stefan Stambolov, la imponente fachada de la Universidad St. Kliment Ohridski y unas vistas del Puente de las Águilas, erigido a finales del siglo XIX sobre el río Perlovska, del que es afluente el Vladaya por lo que –sin dejar de ser una miniatura de río en su paso por la capital– tiene más vistosidad que su mencionado afluente.
Completan la serie instantáneas de diversos rincones de la ciudad entre las que destacan las del emblemático Bulevar Vitosha, con la silueta de Sveta Nedelya hacia el norte y la montaña que le da nombre hacia el sur, o vistas de la Iglesia de San Nicolás, cuya restauración exterior ha corrido a cargo de Rusia.
Algo que me sorprendió fue ese curioso adhesivo que consta en las lunas de bancos, hoteles y otros edificios a los que se prohíbe el acceso con armas. Y con las vistas de Alexander Nevski y los Balcanes desde la azotea del hotel, donde despedimos nuestra estancia en Bulgaria con un refrescante cóctel pongo el punto final al reportaje de este año dedicado a mis vacaciones estivales, que espero puedan ayudaros si os decidís por visitar el país. ¿Que si os lo recomiendo? Pues claro que sí, tiene cosas muy interesantes aunque la capital es pequeña y en un día y medio está más que vista, con la entrada a edificios emblemáticos incluida. Sin embargo, se come muy bien y barato y –en mi experiencia, exceptuando dos o tres camareras de algunos restaurantes– sus ciudadanos son muy atentos y simpáticos. Eso sí, el calor ha sido insoportable.
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