Piltrafillas, hace años que no os comento una película con sexo explícito, así que hoy le voy a poner remedio a eso. Pero no va a ser con uno de esos productos modernos grabados en vídeo, con localizaciones en una mansión alquilada para el rodaje en la que no se sabe cómo se han juntado mozas y zagales para dedicarse al fornicio en baños, cocina, salón, habitaciones y piscina, no, os traigo una de esas producciones setenteras con apariencia de película disfrutona de serie Z con bajo presupuesto y mucho sexo pero con un argumento detrás... bueno, argumento o algo así. Pero aprenderemos las cosas que una joven campesina puede hacer con una mazorca o una zanahoria. Protagonizada por Jody Maxwell, Terri Hall, Dean Tait o Rod Dumont, la dirección y el guión estuvieron a cargo de Zebedy Colt, todo un personaje en el que vale la pena profundizar un poco. Nacido en California, Edward Earle Marsh era un músico, compositor, actor –debutó de crío junto a Laurel y Hardy– y dramaturgo de la escena de Broadway que también se distinguió como un activo luchador por los derechos de la comunidad gay, sobre todo a raíz de la publicación del álbum I’ll sing for you con la London Philharmonic Orchestra. Y precisamente de esa obra tomó el nombre de Zebedy Colt como pseudónimo para utilizar en su faceta como realizador de cine pornográfico, una forma como otra de obtener ingresos extra para financiar su trabajo en el teatro. Lo cierto es que Edward llevó durante años una doble vida en un secretismo absoluto, hasta que en una ocasión unos actores de su compañía fueron a ver una cinta de las suyas y se lo encontraron en la pantalla interpretando a un mayordomo bisexual.
Total que aquí tenemos una de sus obras, esta The devil inside her que podríamos calificar de porno satánico y que –con mucha voluntad y más bien poco dinero– nos ofrece un extenso catálogo de escenas sexuales en la Nueva Inglaterra de principios del siglo XIX. Así pues, en una humilde granja encontramos a un padre puritano y temeroso de Dios, una madre plegada a la voluntad de su hombre y a dos hijas en edad de merecer, Faith y Hope –con nombres de dos de las tres virtudes teologales, ojo–, la una enamorada de un joven leñador y la otra más caliente que el palo de un churrero y celosa de su hermana. Tanto que vende su alma al diablo para conseguir al joven como novio. Pero el mismísimo Satanás –un tipo disfrazado y maquillado como un metalhead fan de KISS– se dedica a corromper a toda la familia, tomando la apariencia del leñador, del padre o la madre de Hope y propiciando numerosos ayuntamientos carnales incestuosos. Todo derivará en una orgía delirante en la que una secta demoníaca querrá sacrificar a Faith. En fin, que The devil inside her es un compendio de todo tipo de relaciones sexuales, con un inicio naturalista y un final psicotrónico, realizado con profesionalidad, inventiva y ganas aunque con un presupuesto algo ajustado. El resultado –comparado con las típicas películas sin más argumento que la sucesión de actos sexuales– resulta de lo más simpático y estimulante.
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