domingo, 26 de mayo de 2024

Barb Wire (1996)


Para que veais que las películas basura no sólo son cosa del VHS ochentero, os traigo hoy un exponente de lo que con el tiempo ha adquirido una pátina de culto gracias a los que una vez fuimos jóvenes y atesorábamos ciertos iconos aunque en realidad se trate de un montón de guano sin valor artístico alguno. Os hablo de Barb Wire, una bazofia creada para el lucimiento de Pamela Anderson, mito erótico de los 90 en la era preinternet. Escrita por Chuck Pfarrer e Ilene Chaiken y basada en un personaje de cómic ideado por Chris Warner para la editorial Dark Horse, la película fue dirigida por David Hogan, un realizador de Memphis con una dilatada carrera como director de videoclips musicales cuyo momento álgido en el séptimo arte fue ser responsable de la segunda unidad en Batman forever de Joel Schumacher, considerada como una de las peores cintas dedicadas al superhéroe de Gotham city. Con eso os lo digo todo. Protagonizada por Pamela Anderson Lee –recién casada con Tommy Lee, batería de Mötley Crüe–, Temuera Morrison, Udo Kier, Clint Howard o Xander Berkeley entre otros intérpretes que en realidad son meros comparsas en este vehículo al servicio de Pam, la historia transcurre en la ciudad de Steel Harbor, la única población de los Estados Unidos post segunda guerra civil que no se encuentra bajo la ley marcial del Directorio del Congreso. Allí vive la mercenaria Barb, alternando su trabajo al servicio de quien le pague con la dirección de su animado local nocturno. 
 

En esas que las fuerzas del orden fascistas están persiguiendo a una científica desertora que se dirige a Steel Harbor para encontrarse con la resistencia, que la va a trasladar a Canadá. Y así es como el gobierno contacta con Barb para pedir su ayuda. Pero resulta que la desertora esta siendo ayudada por un tal Axel, antiguo novio de Barb, y esta tendrá que decidir de qué lado ponerse. Si os recuerda algo a la Casablanca de Michael Curtiz no os extrañéis, el argumento es de lo más parecido. Además, la ambientación es deudora de Rescate en Nueva York o Mad Max en las escenas finales en el escondite de la resistencia. Pero, si es del dominio público que Pamela tenía en mente protagonizar una especie de Barbarella –más que nada porque aquella se creó para el lucimiento de Jane Fonda como sex symbol y con esta Barb Wire se pretendía lo mismo con un envoltorio más acorde a la época– lo cierto es que el talento de la canadiense y el equipo de producción de este despropósito estaban a años luz del de Fonda y el resto de involucrados en la cinta de Roger Vadim. El resultado fue un estrepitoso fracaso de crítica y taquilla. Y la verdad es que creo que quizás si hubiese sido rodada con menos medios una década antes ahora la tendríamos en un altar –ya sabéis, no hay nada mejor que una película ochentera barata consciente de su vergonzante nivel y que aún así entretiene–, pero como he dicho al principio, esta producción fallida en la que el dinero no pudo otorgarle calidad sólo resulta simpática a estas alturas a los que descubrimos a Pam como C.J. Parker junto al mítico David Hasselhoff
 


Como bonus, adjunto el clip del tema Word up de GUN, que es el que acompaña en los créditos iniciales a Pamela Anderson bailando y enseñando pechuga mientras es regada por una manguera, toda una declaración de intenciones de lo que va a suponer la película. Y además, añado el audio de Planet Boom, un tema compuesto en solitario por Tommy Lee que se cuela en la banda sonora –hay que ayudar a la familia– y que ya habían editado los Mötley Crüe en su EP de 1994 Quaternary.

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