Pues, nada, ya me tenéis de vuelta otra vez. Y si en una entrada del pasado verano os hablaba aquí de unos Emperor que nada tenían que ver con la banda noruega liderada por el multiinstrumentista Insahn, este viernes os traigo a unos Rage que tampoco tienen nada que ver con la banda de Peavy Wagner. Total que hoy os presento a estos británicos y a su segundo elepé, este más que interesante Nice’n’Dirty. Pero antes de meterme en harina, dejad que os dé a conocer al grupo.
Sus orígenes se encuentran en
Nutz, una banda formada en Liverpool a principios de los 70 por
David Lloyd a las voces y
guitarra rítmica,
Mick Devonport a las guitarras,
Keith Mulholland al bajo,
John Mylett a la batería y
Kenny Newton a los teclados. El
grupo giró por todos los bares y pubs que fue capaz y en 1976 editó un
elepé, pero antes de finalizar la década se separó. El teclista se fue a
Nightwing, el guitarrista marchó a probar fortuna en los Estados Unidos y el resto
se buscaron la vida en escenarios de lo más diverso. Pero en estas que a
Devonport no le salieron las
cosas como esperaba así que volvió a casa con el ego entre las piernas y
propuso a sus anteriores colegas montar el grupo de nuevo. Excepto
Newton, todos dijeron que sí por lo que Rage –una especie de
Nutz 2.0– vio la luz. Así es
como fichan por Carrere, que les edita un primer elepé titulado
Out of control del que incluso realizan una gira internacional. Y de
esta forma llegamos a este segundo álbum que hoy os presento, un más que
notable Nice’n’Dirty para el que fichan a un tal
Tony Steers a las guitarras.
Metidos a veces en el saco de las bandas de la NWOBHM que no alcanzaron el estrellato, por ubicación, estética y año de edición, Nice’n’Dirty tiene pinta de producto ochentero. Sin embargo, es más un exponente de hard rock american style con raíces en la década anterior que, no en vano, es cuando estos Rage nacieron como banda.
Grabado en los Amazon studios de Liverpool con Rage y
Pete Hinton a la producción,
poseo la copia alemana con la portada original de
Stuart Macleod que causó cierta
controversia al mostrar a una joven tocar el pecho de otra, lo que provocó
que la edición para Estados Unidos y Canadá que Carrere editó al año
siguiente tuviese otra imagen en la carátula.
El track list fue:
A
American radio station
Wasted years
Woman
Heartbreaker
Silver and gold
B
Long way from home
Only child
Blame it on the night
Wild cat woman
Reay to go
American radio station tiene un
sonido que le va que ni pintado al título de la canción, es
hard rock resultón, más angelino que británico. Luego encontramos
Wasted years, que sigue con ese sonido como de NWOBHM americanizada, con ecos
tardosetenteros, un poco a los iniciales
Def Leppard. Llega Woman y un apartado
vocal que me recuerda a
Journey convirtiéndola en otro
buen exponente de ese sonido eighties de principios de la década, aún
deudor de la anterior pero decantado hacia una mezcla de
hard rock con estribillos algo poppies, lo que se pone de
manifiesto con más fuerza en la siguiente
Heartbreaker. Si en lugar de ser de Liverpool en un sello francés hubiesen sido de
Sacramento y les hubiese fichado Atlantic, creo sinceramente que
Rage hubiesen podido llegar bien lejos porque los mimbres estaban
ahí. Y finaliza la primera cara con la rockera
Silver and gold, tema con cierto regusto a los
Judas Priest pre-Screaming en lo
instrumental.
Inaugura la cara B Long way from home, un hard rock potente a la vez que simple, con fuerte presencia de guitarras aunque no exento de algunos coros que lo hacen muy radiable. Le sigue Only child, en la misma senda, es decir hard rock con fuerza rebajado con pinceladas melódicas que lo acercan al gran público de las radiofórmulas. Sigo encontrándolo mucho más norteamericano que británico. Y compuesto por Dennis LaRue y Richard Blakemore de Fandango –el grupo en el que cantaba Joe Lynn Turner antes de fichar por Rainbow– encontramos Blame it on the night, más hard melódico que otra cosa y un pelín apartado del estilo general del disco. Evidentemente me gusta más la original. Para remediarlo, le sigue una Wild cat woman de lo más rockera, de nuevo con mucho regusto a american rock, tipo Cat scratch fever para que os hagáis una idea. Y el punto final al disco lo ponen con otro tema cañero, una Ready To Go que deja con muy buen sabor de boca.
Opino que con una mejor producción y más dinero de por medio hubiesen
podido hacerse grandes, al menos durante los 80. Pero pensad que en
Carrere ya estaban
Saxon y al año siguiente –como
los mismos Rage– editarían con ellos su último disco hartos del poco
apoyo del sello francés. Lo malo para los de Liverpool es que en ellos no se
fijó nadie, mientras que Biff y
compañía recibirían el respaldo de EMI. En fin, una buena banda para
descubrir, con un álbum notable y otra historia de damnificados de la
industria musical que se perdieron en el mar del olvido.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario