domingo, 31 de diciembre de 2023

El país del sexo salvaje (1972)


Para terminar este 2023 os traigo una peliculilla del italiano Umberto Lenzi, de quién podéis encontrar diversas obras en este blog. Con el –como siempre en estos casos– tramposo título de El país del sexo salvaje, es el primer largometraje en el que intervino la actriz birmana Me Me Lai, una británica de adopción famosa por participar desde entonces en diversas películas de caníbales. Y junto a ella, como gran protagonista de la historia, el actor italiano de ascendencia serbia Ivan Rassimov. El argumento nos cuenta cómo después de llegar a Bangkok para retratar a sus gentes y asistir una noche a un certamen de lucha junto a una amiga, un joven fotógrafo mata en defensa propia a un lugareño que le asalta con un puñal. Para escapar de la ley, John alquila un guía y se interna en la jungla entre Tailandia y Birmania, donde aún existen tribus primitivas –o eso decían en los años 70– que no han tenido contacto con el mundo exterior. Una mañana despierta y se encuentra con que su guía ha muerto y es capturado por una tribu de salvajes. Marayá, la hija del jefe tribal, se lo pide como esclavo y eso le salva de la muerte. Obligado a trabajar para la comunidad, John acabará enamorándose de la joven. Y aunque en un principio quiera escapar acaba superando un rito iniciático y se convierte en un miembro más de la tribu, se casa con Marayá y se pasan todo el día retozando como conejos en celo. Sin embargo, la felicidad de la pareja no tardará en sufrir un enorme golpe. 
 

Con un nutrido reparto en el que la mayoría de los intérpretes eran no profesionales para darle a la obra una pátina de documento cercano a la realidad, resulta que esta El país del sexo salvaje es tan infame como divertida y recomendable, aunque sólo sea por lo casposa y trasnochada que en la actualidad resulta. Claramente inspirada en Un hombre llamado caballo, la historia que escribió Dorothy Johnson y Elliot Silverstein llevó a la gran pantalla con Richard Harris de protagonista, en esta ocasión el guión fue de Francesco Barilli sobre una idea de Emmanuelle Arsan y si el resultado se conoce por algo es porque inició el boom de la exploitation italiana de caníbales, más en lo formal –occidentales que entran en contacto con tribus perdidas, ritos sangrientos y escenas del mundo animal más extremo– que en lo argumental, porque en realidad no se hace especial hincapié en que la tribu protagonista cometa canibalismo, algo que en subsecuentes películas del género si se manifestaría. De hecho, Lenzi rodaría más tarde Mangiati vivi! –donde repetiría con Me Me Lai– y Cannibal ferox, ambas vistas en este espacio aquí y aquí. Total, que pese a sus carencias no deja de ser entretenida, tiene algunos encuadres muy logrados y supongo que en la época resultaba impactante con esa mezcla de paisajes exóticos, muestras de salvajismo y erotismo muy soft que hoy día resulta muy inocente.

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