Uno, que tiene una edad –o varias, a estas alturas– puede hablaros con cariño nostálgico del nacimiento en los años 80 de la MTV y de lo que supuso tanto a la hora de dotar a la industria musical de un nuevo vehículo comercial –ese era el principal objetivo, no nos engañemos– como de dar la oportunidad a los músicos y realizadores de poseer un nuevo canal de creatividad artística. La idea era acompañar música con imágenes, que a veces tenían relación con las canciones y a veces no, aportando un extra muy atractivo que además daba más fuerza al producto. Ya sabéis, más vale una imagen que mil estribillos. Y a los que no teníamos acceso a MTV nos llegaban esas minipelículas musicales –videoclips les llamábamos– formando parte de la oferta visual de programas de televisión como Aplauso o Tocata, entre otros. Eran la ventana a un imaginario musical que entraba en nuestros hogares mucho antes de la llegada de internet. Pero resulta que lo de unir música e imágenes para vender mejor el producto no era ni ochentero ni original.
Más allá de haber escuchado el nombre Escala en Hi-Fi, os confieso que
nunca me había preocupado de saber en qué consistía ese programa de
televisión. Y no me atreveré a decir que fue el precursor de la MTV porque
ignoro si algo parecido se estaba haciendo en otros países, pero veréis que
tiene bastante relación con el concepto. Emitido por TVE entre 1961 y 1967,
el glorioso año en el que algunos seres excepcionales llegamos a este mundo,
el programa consistía en que diversos actores, muchos de ellos totalmente
desconocidos, hacían play-back sobre los éxitos musicales de ese momento
mientras seguían un hilo argumental más o menos basado en las canciones.
Comenzó siendo un microespacio dentro del magazín Teledomingo pero alcanzó
tal popularidad que en 1965 se convirtió en un programa independiente. Entre
los actores que pasaron por el programa, los más viejunos reconoceréis los
nombres de Luis Varela, María José Goyanes, Concha Cuetos, María Luisa Seco
o Karina, que dio el salto al mundo de la música con gran éxito.
Pero de quien os quiero hablar hoy es de un actor y cantante de origen cubano que en Escala en Hi-Fi interpretó durante un tiempo el papel de galán en esos proto-videoclips con los que vibraba la audiencia. Así que, en el marco de una nueva entrega de la serie “Los singles de mami”, este viernes os traigo a Juan Pedro Somoza y este Canta para “Escala en Hi-Fi” El crossfire. Cabe destacar que la banda de acompañamiento de Somoza eran los Diablos negros, un grupo madrileño que brillaba con luz propia –se habían ganado una legión de incondicionales con su actitud barriobajera, gamberra y descuidada– y que disfrutaba de un renacimiento artístico en Discophon después de un paso algo gris por Fonópolis. Sus componentes eran Manolo Pelayo a la guitarra y voz, Paco Candela a la guitarra y coros, Víctor Ginés al bajo y Manolo Varela a la batería.
Y así, juntando uno de los galanes de moda en la televisión y uno de los grupos más exitosos del momento, el mencionado sello barcelonés pone en la calle este EP de portada algo bondiana, con el siguiente track list:
A
El crossfire
Prometo volver
B
Más
Mi vida eres tú
El resultado –me perdonaréis– es un truñaco. El tipo tiene una voz bonita,
pero los temas son un horror o versiones que destrozan canciones originales
muy por encima de este despropósito. O quizás soy yo, a saber.
La primera canción es El crossfire, versión del último hit de The Orlons,
un grupo de R&B de Filadelfia que pertenecían a Cameo-Parkway records.
Los autores de la canción eran Kalman Cohen –cofundador de dicha
discográfica– y el músico, productor y compositor David Leon Appell. Os voy
a dejar la copia y la original. Por cierto, he tenido que subir a Youtube
los temas yo mismo porque nadie había tenido hasta ahora la poca vergüenza
de hacerlo.
Y completando la cara A encontramos Prometo volver, de los compositores
alaveses Antonio Areta y Máximo Baratas, un tema que el mismo año salía para el sello
madrleño Zafiro en un álbum de los Chavalitos T.V. (aka La familia Telerín),
unos personajes de dibujos animados que anunciaban a los niños que era el
momento de irse a dormir y cuyo mayor éxito fue Vamos a la cama. Los
jovenzuelos no sabrán de qué les hablo. Aquí tenéis las dos canciones, a ver
cual os parece más cutre.
Lo peor llega en la cara B, con Más, versión de Ti guardero’ nel cuore de
Marcello Ciorciolini, Gaetano Oliviero y Riziero Ortolani que aparició en la
banda sonora original de la cinta semidocumental Mondo Cane y que bordó
Frank Sinatra antes de que Juan Pedro Somoza la arrastrase por el fango.
Para muestra, acompaño la versión de Sinatra, la grabada por la
orquesta del propio Riz Ortolani y por último la perpetrada por el amigo Juan Pedro.
En el mismo clip se incluye la última canción del single que hoy os he
comentado, Mi vida eres tú del compositor catalán Josep Solà.
En fin, espero que esta entrada haya gustado a los musicófilos que
disfrutan conociendo diferentes versiones de una misma canción así como a
los cientos de miles de seguidores que me leéis. El resto de los mortales
seguramente habrán dejado de leer en el segundo párrafo.
Y con este vinilo me despido hasta septiembre. Disfrutad de las vacaciones aquellos que aún no las hayáis hecho y desconectad del día a día todo lo que podáis. Un fuerte abrazo para todos.
¡Feliz hiato!
@KingPiltrafilla
Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com
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