Y me planto en el fin de semana con el australiano Jordan Drysdale, un fotógrafo que reparte su tiempo entre su país natal y la ciudad de Nueva York. Es autor de unas obras de impresionante colorido en las que abundan retratos que pese a notarse que están muy pensados y trabajados resultan dotados de gran naturalidad y sencillez. Entre sus importantes clientes encontramos a Chanel, Nike, L’Oréal, Volkswagen, Adidas, i-D o Vogue.
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