El fotógrafo parisino Jack Waterlot parecía predestinado a enfocar su carrera en el ámbito del arte visual después de crecer en una familia formada por un escenógrafo del mundo del cine y una pintora. Fue en su adolescencia cuando en su búsqueda de captar la belleza decidió utilizar una cámara. Eso le llevó –viviendo en París tampoco era difícil– a desarrollarse como artista en el mundo de la moda. Actualmente reside en Nueva York, y trabaja con clientes como Tom Ford, Roberto Cavalli, Vogue, Numéro, Tatler, W, Harper’s Bazaar o GQ entre otros.
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