Piltrafillas, declarándome un fan de Jimmy McGill aka Saul Goodman, o lo que es lo mismo, de Bob Odenkirk en su trabajo interpretando a dicho personaje, no podía ni quería perderme esta Nadie, aunque el argumento es de lo más manido y poco original. Con dirección del ruso Ilya Naishuller y coprotagonizada por Connie Nielsen, Christopher Lloyd o Michael Ironside –todos en pequeños papeles que no son más que adornos alrededor de Odenkirk, verdadero y máximo protagonista–, la historia nos muestra la vida anodina de Hutch Mansell, típico hombre de mediana edad atrapado en la rutina diaria. Una noche sufre el ataque en su casa de una pareja armada. Hutch no se enfrenta a ellos, incluso su hijo se muestra más valiente que él y se abalanza sobre uno de los ladrones. Así que los deja escapar, según él, para evitar un mal mayor. Eso hace que su familia lo vea a partir de entonces como un cobarde fracasado que no ha sido capaz de defenderlos, un mindundi, un don nadie. Incluso en su trabajo creen que le falta arrojo. Sin embargo, Hutch no es lo que aparenta ser. Su imagen no es más que una fachada que esconde una realidad más violenta y compleja que no va a tardar en salir a la luz, la del asesino empleado en numerosas ocasiones por diversas agencias gubernamentales que pretendía dejar atrás ese mundo.
Total, que Nadie es una película palomitera de acción que no debe ni pretende ser tomada en serio, a ratos violenta, bastante oscura, no demasiado original y que ofrece pocas sorpresas aunque resulta muy entretenida. La trama avanza con ritmo sin que se haga lenta y Bob Odenkirk encaja a la perfección en el papel de ese oficinista padre de familia que en cierta manera representa la resignación de la pérdida de la juventud y la crisis existencial de los que llegamos a la mediana edad sin haber conseguido grandes logros vitales viendo cómo ha pasado el tiempo hasta traernos a un momento en el que el objetivo más ansiado es la jubilación anticipada o el premio del Euromillón, algo difícil esto último porque no juego a loterías y similares. Redondean la cinta diversos pasajes de humor negro, como las escenas en el asilo de ancianos con el padre de Hutch como protagonista que, con todo lo dicho antes y pese a su sencillez, convierten a esta propuesta en altamente recomendable.
Tengo interés en echarle una visual, pero, nunca ha sido tan grande como para ir al "Kinepolis", me reservo mi crítica para cuando la suban a alguna de las plataformas con las que visiono ese mundo de fantasía en el que se ha convertido el género de acción.
ResponderEliminarEn efecto, no es película que necesite la visita a una sala comercial con sus palomitas y su dolby sound system. Te la recomiendo, eso sí, pero harás bien en esperar que llegue a alguna plataforma.
ResponderEliminarPues visionada, un rato de nachos -en vez de palomitas- y entretenimiento, al final, la sensación de haberla visto antes, sumale, una contradictoria felicidad cuando el mindundi le parte los morros a esos hp, personajes de mierda que vemos a diario, que pretenden amedrentar a la peña, y no son precisamente "rusos"... da como resultado un agradable sabor de boca, que pronostico, se olvidará con facilidad.
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