domingo, 31 de enero de 2021

A thief in the night (1972)


A thief in the nigh
t es una película religiosa de cristianismo evangélico en la que Patty, la protagonista, siente la llamada de la religión tras descubrir que millones de seres humanos entre los que se encuentra su esposo han desaparecido de la Tierra, algo así como lo del chasquido de Thanos pero más de cuarenta años antes. Y la que hasta el momento era una mujer despreocupada que vivía el presente sin plantearse el futuro comienza a creer que está ante el fin del mundo del que hablaban las profecías bíblicas, en concreto el episodio del rapto o arrebatamiento en el que se dice que Dios resucitará a los muertos en Cristo y quitará de la Tierra a sus seguidores, uniendo a toda su Iglesia en un reino eternamente. Pues nada, lo primero que me viene a la cabeza después de asistir a los primeros minutos de la cinta es la pregunta del millón, ¿qué coño hago mirando a esta especie de clase de catecismo disfrazada de thriller de desapariciones? Y la verdad es que ignoro la respuesta y, aunque cuanto más veo más infecta me parece esta A thief in the night, no puedo dejar de mirarla –eso sí– con una mueca de incredulidad en la cara. 
 

Producida y dirigida por Donald W. Thompson a la vez que basada en una historia de su invención, el tipo fue un realizador y comunicador neoyorquino que pasó por el ejército antes de crear con un socio la productora de películas cristianas Mark IV Pictures, que dio continuidad a la cinta con otros títulos del mismo estilo y también realizó emisiones cristianas radiofónicas. En fin, que contando con las patéticas interpretaciones de Patty Dunning, Tom Rachford, Mike Niday, Colleen Niday y Maryann Rachford entre otros, se nos presenta la vida de Patty, sus amigas –una muy devota y la otra algo más casquivana– y su esposo hasta el momento de la desaparición de este último junto a millones de personas, así como las penurias de la joven mientras intenta comprender lo ocurrido y escapar del gobierno de emergencia de las Naciones Unidas (UNITE). El desenlace es de órdago amiguitos, ya os lo aviso. En resumen, mal hecha y con el único propósito de lavar el cerebro en nombre de Cristo. Y yo me pregunto aún cómo he podido dedicar poco más de una hora de mi vida a ver semejante panfleto. Será que he sentido la llamada del Señor... o estoy más desquiciado de lo que pensaba. Ni por asomo os la puedo recomendar, a no ser para echar unas risas con los Venom sonando a todo trapo.

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