Mr. No legs (1978)
Mi reseña de hoy es para Mr. No legs, una película extraña de finales
de los 70, todo un exponente de cine policíaco de serie B que cuarenta años
después de su estreno ha adquirido el estatus de culto entre los
frikis del cine más infame. Y la verdad es que no está mal del todo,
aunque los actores son de segunda fila y el resultado final no llega a
convertirla en un título especialmente memorable. Estuvo dirigida por
Ricou Browning –el hombre bajo
la máscara y el traje de la criatura en la mítica
Creature from the Black Lagoon– y más conocido por ser el creador de
la historia del delfín Flipper junto a
Jack Cowden, autor del guión de la que hoy me ocupa.
Entre otras, la cinta cuenta con la participación de
Richard Jaeckel –actor de cine y
televisión con una larga carrera en la que adquirió el estatus de secundario
de lujo–, Lloyd Bochner –otro
conocido de la pequeña pantalla, recordado por sus papeles de persona rica e
influyente que adquirió fama como Cecil Colby en Dinastía– y sobre
todo Ted Vollrath, veterano de la guerra de Corea –donde perdió sus piernas– que se
convirtió en maestro en artes marciales y tuvo esta fugaz aparición en el
mundo del cine. La historia que Mr. No legs nos cuenta es la de Lou,
un asesino sin piernas que lleva escopetas integradas en su silla de ruedas
e incluso estrellas shuriken. El tal Lou mata a unos desgraciados que
querían estafar a los transportistas de un cargamento de droga de su jefe,
el mafioso D’Angelo y resulta que uno de los transportistas es el joven Ken,
a quien su novia Tina quiere dejar tras descubrir droga en el apartamento
que comparten y con la que mantiene una discusión. Por accidente, Tina muere
y Ken busca la ayuda de su compañero. Este y Lou deciden inyectar droga en
el cadáver de la chica para que parezca que ha muerto de una sobredosis y la
dejan en un descampado en medio de la noche.
Pero casualmente –o porque lo ponía en el guión, claro– Tina es la
hermana de Andy, un agente de narcóticos que no se cree esa versión.
Mientras, el capitán Hathaway asigna a un brillante inspector como compañero
de Andy y los dos se embarcan en una investigación paralela al asesinato de
Tina pero estrechamente relacionada. En fin, una película entretenida que
tiene como momentos álgidos la irreal y victoriosa pelea del dicapacitado
Lou en solitario contra varios hombres armados que quieren matarle y una
accidentada persecución de coches con choques diversos. Entretenida, con
acción y que como os he dicho, no destaca demasiado por el guión o las dotes
interpretativas de sus protagonistas. Sin embargo, recomendable para los
amantes de la serie B setentera.
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