viernes, 20 de marzo de 2020

Shout – In your face (Music for nations – 1989)


Amigos, ni por asomo imaginaba hace quince días que la situación llegase a este punto, con una cuarentena casi general que nadie tiene claro cuanto durará, aunque parece que será más larga que corta. En un momento como este, se hace mucho más importante para mi algo como la música. Mientras trabajo, mientras intento evadirme de todo hablando con vosotros en las redes sociales de cualquier tontería que nos ponga una sonrisa en la boca... incluso a la hora de comer, todo momento es bueno para disfrutar de la música. Así pues, tenedla siempre presente en vuestras vidas y cuidaos mucho. En unos años hablaremos de esto como de la crisis de las vacas locas, algo lejano y superado. Lo que temo son las consecuencias económicas de esta debacle mundial. En fin, a lo nuestro. 

Este viernes os traigo el vinilo de otro grupo que aún no había pasado por este espacio, In your face de los norteamericanos Shout, una banda que pretendía ser la respuesta a Stryper dentro del Hard Rock cristiano y cuyo sello ubicaba entre Whitesnake, Def Leppard y Foreigner, ahí es nada. El grupo había sido formado por Ken Tamplin junto a Chuck King, quienes grabaron con músicos de sesión un primer elepé moderadamente exitoso que les llevó incluso a actuar en el Marquee londinense antes de fichar a los exbajista y exbatería de Joshua, con quienes Tamplin había coincidido en su paso por dicha banda, y con los que daría forma al álbum que hoy os comento. 


Producido en The Mixing lab por Ken Tamplin –vocalista y guitarrista–, contó también con el antes mencionado Chuck King a la guitarra y coros junto a Loren Robinson al bajo y coros, Joseph Galletta a la batería y Mark Hugonberger a los teclados, además de con unas colaboraciones especiales de postín. Y con portada de Nigel Skeet que hoy en día da un poquito de vergüenza ajena, el disco –del que poseo la edición británica fabricada en Francia– tuvo el siguiente track list

A 
Borderline 
When the love is gone 
Give me an answer 
Faith, hope and love 
Getting ready 

B 
In your face 
Getting on with life 
Waiting on you 
Moonlight sonata 
It’s all I need 
Ain’t givin’ up 


El álbum se inicia con Tamplin cantando a capella –su voz es una mezcla de Coverdale y Gramm– antes de que una Borderline que es puro hard rock americano guitarrero y adornado con coros nos anuncie lo que estos tipos nos ofrecen. De hecho, es lo que vamos a encontrar en todo el disco, unos temas cantados e interpretados notablemente, con mucha calidad pero sin personalidad, al igual que la imagen de la banda. Podríamos estar escuchando a mil grupos de la época. Así pues, When the love is gone es agradable de escuchar y tiene un buen solo de guitarra pero le sigue una Give me an answer que se parece a un puñado de temas de la época, toda una lástima porque Tamplin y compañía seguramente eran más solventes que los miembros de otras bandas que quizás lograron mayor éxito. Faith, hope and love es más de lo mismo, otro temazo de hard rock melódico con buen desempeño instrumental que sin embargo nos suena a radiofórmula. En ese sentido, los Shout serían como una bolsa de patatas fritas que devoras con fruición pero sin ningún interés en conocer la marca porque en realidad saben a otras que ya disfrutas desde hace tiempo. Y Getting ready finaliza la cara siguiendo la misma tónica. 

Guitarristas invitados (falta Alex Masi) y el timeline de cada uno

La segunda cara comienza con el trallazo titulado In your face en el que tocan Marty Friedman, Michel Angelo Batio, Alex Masi, Joey Price, Lanny Cordola y Randy Hansen. Dejando a un lado el Stars de la Hear’n Aid Band, es el tema con más guitarristas involucrados que recuerde ahora. Y tras ese destello de originalidad, regresamos a terrenos trillados con Getting on with life, un hard rock rapidito con coros y un buen trabajo de guitarras, vamos, lo de todo el elepé. Waiting on you es la balada del disco, en donde la voz de Tamplin –que en su momento estudió ópera– se parece bastante a Lou Gramm. Moonlight sonata es un solo de guitarra –en realidad, una de esas intros de onanismo a rapidez estratosférica– que abre It’s all I need, otro temazo de los muchos que aparecen en el disco. Y Ain’t givin’ up pone el punto final sin que su sonido sirva para diferenciar a Shout de otras bandas de la época. 


Total, que estamos ante un álbum seguramente poco conocido en nuestro país, tan bueno y reivindicable como insustancial y del montón, lo que pese a parecer una incongruencia no lo es en absoluto. De hecho, parecía que MFN tenía grandes esperanzas en ellos... pero Shout se separaron tras este disco por diversos factores. Y aunque Tamplin quiso reformar la banda una década más tarde, el tren había pasado. Descubridlos porque valen la pena, pero no son nada nuevo bajo el sol. 

¡Feliz viernes de cuarentena! 
@KingPiltrafilla






Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com

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