domingo, 16 de febrero de 2020

Midsommar (2019)


Pues sí, después de disfrutar con la fantástica Hereditary –comentada aquí–, no podía perderme Midsommar, el segundo largometraje de Ari Aster. Escrita y dirigida por el realizador neoyorquino, se trata de una nueva incursión en el mundo del terror. Protagonizada por Florence Pugh, Jack Reynor o Will Poulter entre otros, el argumento nos cuenta cómo después de una tragedia familiar que deja marcada a Dani, esta inicia junto a su novio Christian y los amigos de este unas vacaciones en una comunidad hippie en medio de la campiña sueca, lugar en el que creció Pelle, uno de los amigos de Christian. Pero la aparente armonía que parece impregnar el lugar en un primer acercamiento pronto se tornará en una inquietante experiencia conforme el grupo vaya descubriendo las peculiares ceremonias y reglas que rigen a la en apariencia bucólica comunidad. 


Y ya está, mejor que no os cuente nada más para que podáis disfrutar de la desazón que os irá impregnando mientras va avanzando el metraje. Midsommar es cautivadora, con una fotografía en la que el blanco deslumbrante y los colores de la naturaleza predominan. Olvidaos de la oscuridad, aquí el terror aparece cargado de luz, entre la hierba fresca y el aire puro. Con innegables reminiscencias a The wicker man, encontramos momentos gore, humor negro, escenas lisérgicas y algo de erotismo que nos acompaña en un viaje turbador a través de una pintura mágica que nos conduce a un final que en realidad no lo es, formando parte de la visión circular de la vida que expresa uno de los personajes. Pero es lo de menos. Aquí, lo importante ha sido el camino recorrido entre el inicio de la película y la aparición de los títulos de crédito. Impresionante. Si sigue así, Ari Aster me tendrá ahí con cada película.

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