Antes de nada, permitidme dejaros claro que ni van a ser 10 los elepés –uy, elepés dice el abuelete– del año ni tampoco los mejores sino, una vez más, aquellos de los que a la hora de confeccionar esta habitual lista anual aún me acuerdo. Señal que alguna huella me han dejado en las neuronas. Así pues, sin orden ni concierto y seguramente sin criterio, os recomendaré que –si no lo habéis hecho ya– le deis una escucha a estos álbumes, que hay gente que ha dedicado un esfuerzo a grabarlos. Tampoco esperéis análisis concienzudos, la entrada de hoy va de “aquí os dejo mi lista” y si os interesa ya los escucharéis y sacaréis vuestras conclusiones.
Angel – Risen
Los de Washington DC –bastante infravalorados por cierto– se han sacado de la manga un disco de hard rock que pese a no ser novedoso resulta fresco y entretenido, además de extenso. De la formación original solo encontramos a Frank DiMino y Punky Meadows, pero eso es lo de menos.
El altar del holocausto – IT
Una banda española de doom que no conocía y que he descubierto gracias a este fantástico trabajo. A la altura de cualquier lanzamiento internacional de primer nivel.
Whitesnake – Flesh and blood
Acaso el mejor disco de hard rock del año, vertiente abueletes nostálgicos. Con Coverdale, Reb Beach, Joel Hoekstra y el incombustible Tommy Aldridge. ¿Hace falta decir más?
The red widows – Fuzzifixion
Después de diversos cambios de formación e incluso de estilo, el núcleo formado por Alex y el Reverendo MojoFuzz por fin parecen haber encontrado un lugar en el que se sienten cómodos y nos han regalado un aplastante álbum de doom y mucha distorsión.
Abbath – Outstrider
El controvertido y a menudo vilipendiado Abbath nos ha dado este año un álbum a la altura de lo que se espera de él. Quizás no es la obra definitiva de black metal, pero suena bastante solvente.
The Claypool Lennon delirium - South of reality
Una pasada de grabación, pura psicodelia-pop y uno de esos discos que se disfrutan más –al menos es mi caso– en completa oscuridad y con auriculares.
Ram - The throne within
Más sonidos nostálgicos con una pátina actual. Los suecos no acostumbran a decepcionar y mucho menos con trabajos como el de este año.
Dream theater - Distance over time
Es más de lo mismo pero aunque a estas alturas ya no sorprendan como antaño, el virtuosismo técnico de estos tipos haría inexcusable su ausencia en cualquier lista de un año en el que hayan sacado álbum.
Kings destroy - Fantasma nera
Otro de esos grupos que uno descubre de tanto en tanto y que le llaman la atención lo suficiente como para fijarse en ellos más de unos minutos. Hard rock denso con múltiples influencias de décadas pasadas. Muy interesante.
Rammstein – Rammstein
Un pedazo de disco que me ha encantado. No sabía qué esperar de los alemanes después de diez años de parón, todo tipo de rumores sobre su separación y los desvaríos de Lindemann junto a Tatgren, sin olvidar la aventura Emigrate de Richard Z. Kruspe. Y sin embargo, ahí están.
Michael Schenker Fest – Revelation
Entretenido, estimulante... una reunión de abueletes rockeros que dan la sensación de pasárselo pipa y de formar una gran familia. Tanto su predecesor como este álbum desprenden buen rollito.
Y eso es todo. Seguramente se me han quedado discos en el tintero, pero tampoco es cuestión de hacer listas interminables para dar continuidad a esta tradición.
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