Pues sí, amigos, con este llego al último vinilo que compré en New York. Y el punto final a la serie lo pongo con el más interesante, o al menos a mi me lo parece. Fue encontrármelo en una de las cubetas de Generation Records y separarlo para mi de inmediato sin importarme en absoluto el desconchón de la funda. Me estoy refiriendo, como veis, al debut de los Wild Horses, banda de breve existencia formada a finales de los 70 que tenía en sus filas a dos músicos míticos: Jimmy Bain (Rainbow) y Brian Robertson (Thin Lizzy). No es de extrañar que el sonido recuerde en muchos momentos aestos últimos, lo que no le resta calidad –creo que se trata de una joyita escondida y poco conocida– pero sí originalidad o un sonido distintivo. Y es que obviamente, Robertson estaba ahí, por lo que estaba claro que iba a sonar como siempre y Bain era muy amigo de Phil Lynott. De hecho, bajista y guitarrista eran integrantes también de los Greedy Bastards, banda de amiguetes heroinómanos fundada por Lynott en la que también militaban –entre otros– Gary Moore, Scott Gorham, Steve Jones de los Sex Pistols o Bob Geldof de los Boomtown rats.
Total, que los Wild Horses tenían a Robertson a las guitarras, bajo y voces y a Bain como vocalista principal, bajo, guitarras y teclados. Y aunque en una versión inicial contó con Jimmy McCulloch y Kenney Jones –que habían coincidido en los Small Faces–, el disco lo grabaron Neil Carter a la guitarra y teclados y Clive Edwards a la batería y fue producido junto a Bain y Robertson ni más ni menos que por Trevor Rabin antes de entrar en Yes en los Konk studios, propiedad de The Kinks.
Con portada de Chalkie Davies, el disco –titulado de forma tan pragmática como poco original The first album– tuvo el siguiente track list:
A Reservation Face down Black mail Fly away Dealer
B Street girl No strings attached Criminal tendencies Nights on the town Woman
Como carta de presentación encontramos Reservation, un hard rock con teclados y unas guitarras estupendas. De mis preferidas del disco. Face down podría estar cantada perfectamente por Phil Lynott, y es de las más lizzyanas del disco. Lo mismo que puede decirse de Black mail, cantada esta vez por Robertson. La delicada Fly away nos trae una colaboración entre Bain y Lynott en forma de balada sencillita e intemporal. Y el sonido setentero regresa con Dealer –estupendo trabajo de guitarras–, que fue coescrita junto a Scott Gorham.
La cara B se inicia con las preciosas Street girl y No strings attached, ambas con una producción en la que el grupo consigue alejarse –no mucho– del sonido a Thin Lizzy que lastra un poco la obra en general. Criminal tendencies, con ese inicio con teclados, sigue la misma tónica y parece haber encontrado un sonido propio, aunque continúa teniendo pinceladas inevitables. Nights on the town es otro de los temas cantados por Robertson, más hard rockero –con destellos funky– que los que le han precedido en esta segunda cara, excepto ese solo de Robertson, por razones obvias. Y finaliza el disco una Woman que nos lleva de regreso a los sonidos lizzyanos, aunque de manera menos obvia que en la cara A.
Tras la gira de presentación del álbum, Neil Carter dejaría la banda para ingresar en UFO y más tarde en la banda de Gary Moore. Y después de grabar un segundo elepé, Brian marcharía a Motörhead y poco después Jimmy se uniría a Ronnie James Dio, iniciándose nuevos e importantes capítulos en la historia del rock y poniendo fin a la de Wild Horses.
Dedicadle una escucha, no os arrepentiréis.
¡Feliz viernes! @KingPiltrafilla
Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario