domingo, 7 de julio de 2019

Spider-man: Far from home (2019)


Pues sí, piltrafillas, tal como corresponde con cada estreno del MCU, ayer fui al cine con mi hija para disfrutar de la nueva entrega de Marvel, esta vez con el trepamuros como protagonista absoluto. Dirigida por John Watts y protagonizada por Tom Holland, Zendaya, Jacob Batalon y Jake Gyllenhaal entre otros, con Marisa Tomei, Samuel L. Jackson y Jon Favreau, una definición resumida de Spider-man: Far from home podría ser "comedia romántica adolescente con escenas de acción espectaculares y mucho CGI". En cuanto a cine de superhéroes, pues no exactamente. Y es que aquí no encontramos un personaje o grupo de personajes embarcados en una misón épica en la que sus habilidades o poderes se ponen al servicio de la salvaguarda del futuro de la humanidad –aunque de refilón podamos asistir a algo parecido–, sino a un adolescente cansado y algo hastiado por la responsabilidad que le ha caído encima, al que sólo le interesa ligarse a la chica de la que está enamorado. En ese sentido, es por una parte la cinta más infantil y menos superheroica de la saga aunque por otro es la más real, al humanizar al personaje hasta el extremo. Aquí no se respira –hasta bien entrado el argumento– la inquebrantable determinación y sentido del deber que imbuye de una manera humanamente poco fidedigna a otros personajes del universo marveliano. Aquí, Peter Parker no quiere más que besar a su chica y descansar de su extenuante doble vida. 


Lo cierto es que esta Spider-man: Far from home ejerce de perfecta bisagra entre ciclos –es tanto última de la fase 3 como primera de la fase 4– y basa su sinopsis en el deseo de Peter Parker de declararse de una vez por todas a MJ, aprovechando las vacaciones de fin de curso que su clase va a hacer por diferentes ciudades de Europa, olvidándose por un tiempo de su alter ego arácnido. Pero eso es sólo el punto de partida de un guión con algunos giros. Evidentemente, sus planes van a encontrarse con algunos obstáculos cuando un desubicado Nick Fury contacte con él para pedir su ayuda para luchar contra los Elementales, unos extraños entes que permitirán a spidey entrar en contacto con el valga la redundancia– misterioso Misterio. Y eso es todo lo que puede contarse de una historia con más capas de cebolla y un montón de guiños a la saga. En resumen, fresca, entretenida, con mucho humor y con dos escenas finales imprescindibles, una primera que da las claves para saber por donde seguirán las aventuras de Parker y la segunda –menos sorprendente– confirmando donde se ubicarán los próximos escenarios de la saga. Feige y cía. lo han vuelto a conseguir.

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