domingo, 5 de mayo de 2019

La morte scende leggera (1972)


Hoy os hablaré un poco sobre La morte scende leggera –típico ejemplo de título impactante que nada tiene que ver con la cinta en cuestión–, una película italiana dirigida y coescrita por Leopoldo Savona y protagonizada por Stelio Candelli y Patrizia Viotti, entre otros. La historia que nos cuenta es la de Giorgio, un hombre misterioso que al regresar a Roma de un viaje a Milán, encuentra muerta a su esposa. Pronto vemos que no se trata de un tipo normal porque rápidamente pide ayuda a un juez que de mala gana hace que un abogado lleve a Giorgio y a su novia a un hotel abandonado para que se esconda mientras la policía investiga el suceso. En realidad, todos son funcionarios corruptos con contactos en las altas esferas que tienen miedo de que las autoridades detengan a Giorgio y descubran que en realidad es un traficante que trabaja para ellos, que financian sus carreras políticas con los beneficios de la droga. Así, Giorgio y Liz se disponen a pasar una temporada encerrados y se distraen como pueden –es decir, follando o dandose bofetadas– hasta que comienzan a perder los nervios, sobre todo Giorgio, al que su cautiverio le hace perder la razón al encontrarse con diversas personas en el hotel clausurado y dudar de sin son reales o visiones. Claro que, de una manera torpe en mi opinión, el realizador ya nos ha mostrado como los miembros de la trama han pedido ayuda a un director teatral para que les haga un favor. Con eso es fácil imaginar la realidad. 


En fin amiguitos, que La morte scende leggera es una cinta bastante prescindible y predecible –que nos regala algunas escenas de desnudos gratuitos y destaca en negativo por la pésima actuación de Viotti y Candelli–, que comienza como un giallo y transita hacia algo parecido al horror psicológico del malo, con pinceladas de denuncia social al poner sobre la mesa la relacion entre el poder y la delincuencia y su juego de presunto respeto jerárquico y de favores que –con voces en off– nos muestra el desprecio clasista que se esconde debajo de tanta cortesía. 
Pero si de algo me alegro por haber encontrado esta película es por haber descubierto al intérprete de Sunday in neon lights, la canción que suena en los créditos iniciales. Se trata de un tal Mack Porter, un músico de Ghana que tras residir en Holanda, aterrizó en Nápoles en los años 60, donde grabó diversos singles y participó en las bandas sonoras de varias películas. La fama de sus actuaciones en directo le proporcionan un contrato con el sello Rifi y en 1972 lanza Peace on you –álbum en el que figura la canción antes mencionada–, una mezcla de psicodelia, rock progresivo y una voz a lo Hendrix con una calidad tal que parece mentira que se hiciese una tirada tan baja y que hoy en día tenga tan poca repercusión internacional. 

Total, que la película no es nada del otro mundo, pero si sois amantes de la buena música, os recomiendo que escuchéis el tema que os acompaño a cargo del bueno de Mack Porter y su banda. Por cierto, viviendo en Milán y supongo que desengañado del mundo de la música, tampoco es tan extraño que Mack acabara dedicándose a la moda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario