Night of the demons (1988)

Piltrafillas, la reseña cinematográfica de esta semana es para Night of the demons, una de esas cintas ochenteras de terror de serie B que con los años –gracias a cincuentones como yo– ha adquirido cierto grado de culto. Dirigida por Kevin Tenney y protagonizada por Cathy Podewell, Lance Fenton, Mimi Kinkade o Linnea Quigley entre otros, nos cuenta como la noche de Halloween se reunen una serie de compañeros de instituto en una funeraria abandonada para hacer una fiesta con música y cervezas. En un momento dado, deciden convocar a los espíritus a través de un antiguo espejo que encuentran en una de las estancias de la casa. Pero cuando el espejo se rompa, los demonios que habitan el submundo escondido en la funeraria harán acto de presencia y desatarán la locura y el miedo –y la sangre, claro– entre el grupo. 

Oscura, previsible aunque efectiva, con sustos, escenas gore y un erotismo muy light y adolescente, esta Night of the demons se ha convertido en una obra de culto tan estúpida como entretenida que incluso llegó a tener dos secuelas de menor calidad y trascendencia. Su visionado es un billete en primera clase al recuerdo de aquellas sesiones de VHS de los 80 o 90. En definitiva, totalmente recomendada para disfrutar con cerveza y palomitas. 

Y como bonus, el tema de los títulos de crédito, un synthwave ochentero a cargo de Dennis Michael Tenney, el hermano del director y autor de la banda sonora.