Os presento ahora al italiano Matteo Massagrande, un pintor de Padua que reparte su tiempo entre Italia y Hungría. Sus cuadros retratan interiores abandonados, paisajes domésticos en los que los pavimentos hidráulicos tienen un innegable protagonismo, así como los espacios abiertos que se atisban desde estancias vacías y la naturaleza, que aparece como reclamando su lugar desde el exterior de esos escenarios con total ausencia de rastro humano.
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